Rincón de Petul

Lo que se quedó allá

En 2023, de sus ingresos, los guatemaltecos dejaron en EE. UU. unos US$50 millardos.

El Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (Cemla, México) publicó en junio del año pasado un estudio llamado Los migrantes latinoamericanos han hecho un mayor esfuerzo por apoyar a sus familiares en sus países de origen mediante el envío de remesas. De él salen datos y planteamientos; algunos de ellos bastante posicionados en la mente del público, como el gran aporte que tienen los migrantes a las comunidades que afectan. Pero considero que tiene un planteamiento en particular que se vuelve un enfoque novedoso pero relevante, relacionado con el potencial económico que tienen los migrantes. Y de esto surge la pregunta: ¿Cuánto de lo que generan los trabajadores latinoamericanos en Estados Unidos no se envía en forma de remesas a sus países de origen? O puesto en otras palabras, ¿cuánto dinero se queda allá? ¿Cuánto destinan al consumo cotidiano? Pero, tal vez aún más relevante para países de origen como Guatemala: ¿cuánto escoge el chapín destinar a inversión y ahorro en EE. UU.?


Esto lleva a una pregunta clave para un país que busca capitales de desarrollo como Guatemala: ¿Qué hacemos, como país, para que nuestros propios connacionales decidan invertir lo que actualmente se queda allá? Bien sabido está que se busca inversión extranjera. Hemos visto al Gobierno enfocado en esto, planteándolo como parte indispensable para el objetivo máximo de impulsar el desarrollo. Para ello están mejorando la cara nacional, a través una limpia interna; aceitaron la maquinaria de la diplomacia para acercanos a países inversores, y tejen caminos con el sector privado para hacer esfuerzos conjuntos.

Cada aporte comunitario es capital que hizo falta aquí.


Pero estoy convencido de que, como país, no hemos dimensionado el potencial del dinero que se queda allá. El estudio del Cemla es el único que conozco que se ha atrevido a plantear el porcentaje de ingresos que envían los centroamericanos al país de origen. Resulta que, en promedio, calculan que un 71.4% se queda allá. Si en 2024 los migrantes guatemaltecos remesaron US$19.8 mil millones, resulta que el total de lo que percibieron el año pasado, supera los US$69 mil millones. Cercano a un 70 por ciento de lo que producimos como país. Puesto así, ¡mire si no se vuelve aún más importante el sector migrante!


En 2023, de sus ingresos, los guatemaltecos dejaron en EE .UU. unos US$50 millardos. Según la Encuesta de Migración y Remesas de OIM (2022), ellos destinan sus dineros a: consumo, 43.8%; consumo intermedio, 14.6%; inversión y ahorro, 29.3%; e inversión social, 12.3%. En una apreciación personal, considero que lo trágico de que todo este capital se esté quedando en el exterior es que el connacional querría invertir más en su país si hubiera mejores canales. Pero, insisto, y como lo dije anteriormente: como país, no hemos dimensionado el potencial del dinero que se queda allá. Cada casa que se compra para inversión en el exterior es posiblemente una casa que se dejó de vender aquí. Cada aporte comunitario es capital que hizo falta aquí. Y así, en cada carro, cada viaje turístico, cada inversión social y cada cuenta de ahorros en bancos extranjeros. Luego de reconocer el potencial, el reto es lograr llegar a ese público y volver el producto nacional atractivo para ellos. El incentivo es enorme.

ESCRITO POR:

Pedro Pablo Solares

Especialista en migración de guatemaltecos en Estados Unidos. Creador de redes de contacto con comunidades migrantes, asesor para proyectos de aplicación pública y privada. Abogado de formación.