CATALEJO

Los candidatos a un año de los comicios

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Las elecciones 2023 emergen detrás de los tormentosos procesos en la CC, el MP, la Usac, la PDH y el Inacif, por citar algunos cuerpos colegiados, y pese al impedimento legal de hacer campaña anticipada, la carrera de candidatos y “partidos” se escucha cada vez más. Hoy los nombres de los aspirantes se definen y el grupo se ve conformado por tres señoras y una lista corta de varones, pues si bien algunos aún no han salido a luz pública, otros ya están siendo señalados de aspirantes. Hoy repaso rápidamente la lista de nombres visibles, encabezada con Zury Ríos, hija de Efraín Ríos Montt, quien tiene experiencia, un partido político inscrito y el supuesto apoyo de Giammattei y de un sector radical de empresarios. La Constitución, artículo 186, le prohíbe participar, pese a lo cual promete en sus anuncios de campaña no ser revanchista.

' Las válidas dudas emanadas del Gobierno impiden saber cuántos participarán en unas elecciones que se prevén con escasa convocatoria.

Mario Antonio Sandoval

Sandra Torres, con procesos penales pendientes de resolución en los juzgados, competirá por medio de la fracturada y debilitada UNE. De nuevo, su enorme antivoto y la fragmentación del partido le impedirán llegar a segunda vuelta. La tercera aspirante, Thelma Cabrera, del Partido Movimiento de Liberación de los Pueblos, quien sorprendió en el 2019 con su 10% de votos, a solo 3% de haber clasificado a segunda vuelta. Tiene una infraestructura mediática digital organizada en el sur y norte del país, y la respaldan Codeca y el socialismo del siglo XXI agrupado en el Foro de Sao Paulo. Sin duda repetirá su discurso de izquierda radical, pero su paso a segunda vuelta dependerá de la unión de las etnias, divididas por motivos históricos, ideológicos y ahora religiosos.

Entre otros destaca Edmond Mulet, abogado y diplomático, alto exfuncionario de la ONU, con formación militar al ser graduado del Instituto Adolfo Hall y señalado de tener apoyo de la Open Society de Soros. Es el único competidor globalista, perdió el apoyo del Partido Humanista y ahora intenta inscribir a la agrupación Cabal, con el riesgo de no permitir su creación. Si logra participar es difícil su paso a la segunda vuelta, por su perfil de diplomático, no de politiquero tropical. Por aparte, Isaac Farchi seguirá siendo un desconocido. Su esposa no fue aceptada por Israel como embajadora de Guatemala, y sus supuestos vínculos con rusos pueden hacerlo abandonar sus aspiraciones y naufragar al casi un club privado.

Por aparte, Roberto Arzú no es bien recibido ni en los partidos que fundó su padre, Álvaro. En Florida tiene una sentencia firme y se sabe de sus permanentes deudas y problemas en los negocios; no tiene partido y ha hecho campaña anticipada. Manuel Conde participó en el 2003 y quedó en el último lugar. Es buen orador y experimentado político, e hizo buena labor en la olvidada Comisión de Paz en tiempos de Serrano. Su fuerza radica en ser el gallo no tan tapado del oficialismo, al acompañar a Giammattei en sus giras, y lo apoyan tres “partidos” políticos, pero esto también le juega en contra. Es negra la sombra de un mandatario con ínfulas caudillistas, urgido de no perder el poder.

También quiere participar Oscar Rodolfo Castañeda, abogado, publicista, miembro fundador del PAN, con Arzú y Berger, y excandidato en las elecciones del 2007, donde obtuvo el 2.53% del voto. Hoy es el aspirante del “partido” político llamado Unión Republicana. Afirma carecer de vínculos con el Cacif, el gobierno o los grupos tradicionales; tener ideología de centro derecha, ser proclive a la libre empresa y estar consciente de la necesidad de crear empleo con compensación social. Pero todos los mencionados dependen de la dudosa independencia del Tribunal Supremo Electoral, otrora con buen nombre, y de las decisiones de la Corte de Constitucionalidad. De los otros aspirantes se sabe poco y por eso es difícil comentar acerca de ellos o sus planes.

ESCRITO POR:

Mario Antonio Sandoval

Periodista desde 1966. Presidente de Guatevisión. Catedrático de Ética y de Redacción Periodística en las universidades Landívar, San Carlos de Guatemala y Francisco Marroquín. Exdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua.