HAGAMOS LA DIFERENCIA

Los NFT

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Los tokens no fungibles (NFT “Non-Fungible Tokens”) son certificados de propiedad no rastreables asociados a un objeto digital, sea imagen, video, animación, foto, sonido o texto. Los NFT no pueden ser intercambiados por algo equivalente; tienen un valor único. Son contratos con reglas definidas por un código informático atribuibles a un objeto virtual o real. Estos certificados son adquiridos por coleccionistas o por especuladores que proyectan venderlos a precios más altos y obtener ganancias. Son activos digitales certificados mediante la tecnología blockchain, y su criptografía los convierte en activos únicos; no hay dos iguales, no se pueden cambiar entre sí, y esto permite acreditar que la persona que lo ha comprado es su único propietario. El historial de cada uno en la cadena de bloques garantiza que no puedan hacerse falsificaciones o duplicados para engañar a incautos. Esta forma de inversión es un poco compleja de entender, pero se están haciendo cada vez más visibles. Grandes compañías, como Coca Cola, McDonald’s, están ya apostando por ella. Este tipo de tokens pueden ser en la práctica cualquier cosa que se pueda digitalizar, por ejemplo: obras de arte, memes, fotografías, tuits, archivos de audio coleccionables e incluso la identidad de personas. El universo es enorme, y ahora con los “universos paralelos” del metaverso al que puede accederse por realidad virtual y aumentada, se ha creado un campo en que florecen, sin límite.

' Los TNF son certificados de propiedad no rastreables asociados a un objeto digital, sea imagen, video, animación foto, sonido o texto.

Samuel Reyes Gómez

Según Mark Jenkins, “para muchos los NFT son una burbuja que sin duda debe estallar. A veces es difícil no estar de acuerdo, sobre todo cuando se ven colecciones de pixeles que cambian de manos por millones de dólares. Estas grandes compras pueden sugerir que el mundo ha perdido finalmente la cabeza; sin embargo, los mundos de los juegos, los objetos de colección, el arte y la música los han adoptado, y parece que se llevan bien. La idea de poseer algo totalmente digital parece absurda para los que tienen cierta edad, pero para los que pasan ya gran parte de su vida en línea de una forma u otra tiene mucho sentido. El hecho de que no exista físicamente no significa que no se pueda poseer, o que algún día alguien no esté dispuesto a comprártelo por más de lo que pagaste por ello”.

Para dar una idea de los precios que los NFT pueden alcanzar, en el 2021, en una subasta online gestionada por la lujosa casa de subastas londinense Christie’s, un collage digital de Mike Winkelmann se vendió por algo menos de 70 millones de dólares a un coleccionista de Singapur. Otro ejemplo es el de la venta realizada por el cofundador y director ejecutivo de Twitter, Jack Dorsey, de su primer tuit, en una versión autenticada, por 2.9 millones de dólares.

En Guatemala, Platzeeland es una plataforma que tiene ya a la venta platzees o propiedades exóticas coleccionables, es el primer metaverso inmobiliario desarrollado en Guatemala en donde cada propiedad posee un certificado NFT. La firma se valorizó en 14 millones de dólares y tiene ya a la venta propiedades virtuales desde $500.00. Según ellos, podrían dar un retorno del 8 por ciento de la compra en el primer año. Cuentan con una colección de 5,000 casas virtuales. Se crearon algorítmicamente, con casas en escala a tamaño real.

Al igual que las criptomonedas, los NFT ganan espacio en el mundo de los inversionistas, y el internet hace posible que puedan comercializarse en cualquier parte del mundo. Más pronto que tarde, nos veremos inundados por ofertas de este tipo de activos que atraerán a inversionistas habituados a transacciones en monedas virtuales.

ESCRITO POR:

Samuel Reyes Gómez

Doctor en Ciencias de la Investigación. Ingeniero agrónomo. Perito agrónomo. Docente universitario. Especialista en análisis de datos, proyectos, educación digital. Cristiano evangélico.