CATALEJO

Mulet y su anunciada petición a Estados Unidos

|

Edmond Mulet hizo pública una interrogante compartida por muchos guatemaltecos, al anunciar su decisión de preguntar a Estados Unidos “¿qué pasa con la droga que llega a ese país?”, y agregar otro dato: “nunca he visto que se detenga en ese país a un gran capo de la droga”. En efecto, ese tema tiene particular importancia para Guatemala, como consecuencia de la reciente decisión de Donald Trump, quien anunció la eliminación de la ayuda al triángulo norte centroamericano. Por ello debe ser mencionado en toda campaña por la presidencia de Guatemala, y, sobre todo, en una entrevista periodística como la presentada por Guatevisión el pasado miércoles y publicada por Prensa Libre como parte de su serie de entrevistas a los aspirantes a la presidencia.

El candidato, como es natural, expresó algunas ideas con las cuales se puede estar de acuerdo, y otras no. En el campo de las relaciones sociales, se identificó como un hombre conservador, de ideas claras en este como por ejemplo su desacuerdo con el matrimonio homosexual y el aborto, así como considerar a la familia lo más importante de la sociedad. Tuvo la capacidad y experiencia para responder preguntas de manera explícita y utilizando el tiempo puesto a su disposición en esa entrevista periodística. No pude evitar hacer la comparación con las respuestas excesivamente parcas y casi temerosas de la aspirante Thelma Aldana cuando el periodista Fernando del Rincón la entrevistó en CNN en español por casi una hora.

A mi juicio, Mulet debería exponer con mayor claridad su decisión, en 1993, de declarar a la Embajada de Guatemala en Washington como un centro de oposición al burdo serranazo, y así limpiar de una vez la innegable mancha de haber sido parte de ese gobierno, al cual ahora califica como el peor de todos, pero si bien es cierto tal criterio es aceptable, debe agregar su modo de pensar sobre el régimen actual, representante del retroceso histórico más absurdo y por ello merecedor del calificativo de peor de todos. Su fuerte lo constituye su experiencia en la ONU, en la reconstrucción de Haití, y esto le debe dar base para afianzar el apoyo donde éste se encuentra, es decir en la capital y sus municipios, y en las áreas urbanas. Su mayor debilidad la tiene en las áreas rurales.

' Nunca antes se había pedido cuentas a Estados Unidos sobre la droga introducida por la frontera sur.

Mario Antonio Sandoval

Las respuestas a preguntas en el campo político demostraron habilidad. “Ya se fue”, respondió a la pregunta sobre Iván Velásquez. “Si no fuera por la Cicig, Otto Pérez y Roxana Baldetti serían miembros del Parlacén”, entidad calificada por él en varias ocasiones como inútil, me imagino, porque sus decisiones no tienen cumplimiento obligatorio y los salarios de Q50 mil mensuales a los 22 diputados no son justificables. Su relación con los militares es especial: si bien considera su alma mater al Adolfo Hall, considera error llevarlos para dirigir la Policía, tarea para la cual están incapacitados, y apoya la idea de llevar tropas a las calles para disuadir delincuentes. De todas las respuestas, la relacionada con pedir cuentas a Estados Unidos acerca de la droga, me pareció la mejor.

Estas cualidades y currículum no garantizan la victoria en junio, dependiente de factores emocionales, no racionales, como será el voto a su favor. La de una eventual segunda vuelta sería posible gracias al voto en contra, especialmente en el caso de Sandra Torres, y Thelma Aldana vería con temor esa participación. Faltan 80 días para la contienda y el tiempo está en su contra, como en el caso de los demás participantes por primera vez. De las dos docenas de participantes, se le puede considerar uno de los aspirantes serios y por ello una fuente posible de sufragios favorables lo constituyen los votantes entre 18 y 40 años. Los próximos acontecimientos políticos permitirán predecir con mayor posibilidad de éxito cuáles son las verdaderas posibilidades de Mulet.

ESCRITO POR:

Mario Antonio Sandoval

Periodista desde 1966. Presidente de Guatevisión. Catedrático de Ética y de Redacción Periodística en las universidades Landívar, San Carlos de Guatemala y Francisco Marroquín. Exdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua.