PLUMA INVITADA

Navidad 2021

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Hace cien años comenzó un sábado, 2021 comienza en viernes. Al parecer ese retroceso en los días representa, en el calendario gregoriano, esa adhesión a las raíces mientras se vislumbra el futuro. En 21 de diciembre de 1920, Alicia Ernestina de la Caridad del Cobre Martínez del Hoyo nacía en La Habana, Cuba. Muere noventa y ocho años después, finalizando 2019.

' Navidad es el término presente que devuelve la esperanza de todos aquellos que un mal día la perdieron.

José Miguel Argueta

Al contraer matrimonio con Fernando Alonso, inicia una carrera artística sin paralelos alrededor del mundo en danza, ballet y el arte del siglo XX. Las presentaciones de sus perfectos movimientos artísticos, sumamente audaces, la hicieron merecedora de la admiración del mundo sin distinción de fe religiosa o ideas políticas.

Alicia Alonso, como se le conoce desde su matrimonio, quedó ciega por un desprendimiento de la retina desde los 19 años. La idea inicial se repite. Nace en 1920 y muere en 2019. Sin embargo, al actuar en los escenarios, inclusive en saltos prodigiosos en París, Viena, Milán y obras como Romeo y Julieta, la creación actual del Cascanueces, La bella durmiente del bosque y múltiples representaciones que requieren una técnica y precisión impresionantes, formaron toda una generación de arte.

La Navidad de 2021 me recuerda a ella. Su impulso, su coraje para que nadie notara lo que le hacía falta (la vista), sino lo que fue capaz de dar a la humanidad: el arte del siglo XX. Hace 41 interpreta el poemario de ciencia ficción La ciudad muerta de Korad, cuya épica es comparada con clásicos universales como la epopeya griega La Ilíada, con hexámetros dáctilos (una sílaba larga y dos cortas), replicada por autores como Francisco Gavidia en su obra Magnificencia Espiritual, en donde reclama la utilidad de la vida responsable para una civilización.

He vivido el siglo XX, sus navidades guatemaltecas en medio de la fantasía y la realidad, que me trae maravillosos recuerdos de lo importante que era para la generación que nos antecedió esa maravillosa unidad con lo que somos y nos manifestamos.

La Navidad es la alegría de la tierra; celeridad, fluidez y delicadeza. Las semanas de adviento nos preparan para el relajamiento pleno antes de las festividades de 2022. Y es que realmente iniciamos un siglo. Muchos están de acuerdo en que el siglo que nos precede comenzó acabada la Gran Guerra y termina precisamente en los festejos de 2021. Comenzamos una nueva época del mundo.

Aunque carece de un término heurístico que lo defina, que haya confusión, poca claridad, mientras se haya el término apropiado que la identifique, Navidad es el término presente que devuelve la esperanza de todos aquellos que un mal día la perdieron.

Ese enorme bloque de civilización iniciado en el siglo XVII y finalizado en 1920 terminó con la secularización de las ciencias, la moral, el Derecho, haciendo caer a Europa, América, Rusia y Japón en un potencial aniquilador de la fuerza humana para amar y perdonar.

Esa bipolaridad del mundo que termina en este diciembre, con la eliminación de la necesidad del lucro sin medida, del consumo, que solo ha conducido a la degradación social y decadencia.

La Navidad 2021 es una esperanza. Esa confianza de Alicia Alonso a soltarse ciegamente en el aire, confiada en que su compañero de arte la alcanzaría en el aire y la llevaría a un lugar seguro, espero que cada guatemalteco la sienta en esta Navidad, vislumbrando con fe un 2022 de paz.

ESCRITO POR:

José Miguel Argueta

Profesor universitario del curso Unión Europea. Formación doctoral en Derecho en la Universidad Francisco Marroquín y Comunicación Estratégica en la Escuela de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Politólogo de profesión.