POR LA LIBERTAD

No a otro estado de Calamidad

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Escribo este artículo sin saber aún si el decreto ejecutivo 6-2021, que declara estado de Calamidad Pública por 30 días en el país, fue o no aprobado por el Congreso de la República. El Congreso tiene hasta hoy para aprobarlo o improbarlo. Espero que no lo aprueben, principalmente porque no hay evidencia científica que garantice que el otorgarle poderes extraordinarios al Ejecutivo y eliminar derechos y libertades a los ciudadanos permita disminuir los contagios y las muertes por el covid-19.

' Se quiere desviar la atención de la ineficiente gestión en la adquisición y administración de vacunas a los guatemaltecos.

Ramón Parellada Cuadrado

Este estado de Calamidad restringe una serie de derechos y libertades de los ciudadanos, impone toque de queda, establece precios máximos para ciertos medicamentos y le da poderes extraordinarios al Ejecutivo, con lo que podrá hacer transferencias y gastar sin necesidad de seguir los controles normales para ello. La desconfianza que actualmente hay en todo lo actuado por el Ejecutivo en cuanto a la adquisición de las vacunas rusas, por su secretismo, es indignante. Si a esto sumamos que los estados de Calamidad anteriores no demostraron contener la pandemia, sino que causaron muchas dudas en cuanto a la inversión de los fondos públicos y préstamos especiales aprobados para que se dedicaran a salud, entonces existen aún más razones para desconfiar del Gobierno.

Se quiere desviar la atención de la ineficiente gestión en la adquisición y administración de vacunas a los guatemaltecos. La solución es que más personas sean vacunadas de inmediato, con libertad y responsabilidad individual. También es importante destacar que el Gobierno falló en habilitar las unidades de cuidados intensivos y camas en hospitales que había dicho que haría. Por eso mucha gente se cuestiona lo que hicieron con los fondos extraordinarios aprobados.

Es importante aclarar que un estado de Calamidad más implicará afectar también los ingresos de muchas personas. La gente no muere solo por covid-19. La gente muere por falta de ingresos, por hambre, desnutrición, y una gran cantidad de otras enfermedades, incluyendo la depresión que causa esta abusiva eliminación de derechos y libertades de los habitantes del país. Todavía hay personas desempleadas que no encuentran trabajo debido al cierre drástico de la economía por los estados de Calamidad decretados el año pasado. Y hay empresas que quebraron y cerraron por esta razón. Ahora que estamos volviendo lentamente a la normalidad, el Gobierno anuncia un nuevo estado de Calamidad que limita derechos y libertades personales y provocará, entre otras cosas, que los turistas ya no vengan y esa industria siga por la calle de la amargura.

Es ridículo que se le complique la vida a la gente. Ahora, para ir al aeropuerto, porque tu vuelo sale temprano, tienes que pedir un salvoconducto si sales a horas que son de toque de queda. Y los trabajadores que cambian de turnos nocturnos deben pedir al Ministerio de Economía permisos especiales si son considerados trabajadores de industrias esenciales. Otra gran metida de pata del Ministerio de Economía es el establecimiento de precios topes máximos para ciertos medicamentos, cuando lo que deben hacer es eliminar la cantidad de requisitos y trabas para que estos puedan entrar de cualquier parte del mundo y competir localmente con quien sea. Es increíble que a estas alturas del conocimiento de la economía se sigan estableciendo precios topes máximos. Si estos están por debajo del precio de mercado provocarán escasez. Así de sencillo.

La mejor solución es que se permita a la iniciativa privada vacunar masivamente a todo el que quiera vacunarse sin tanto requisito de registro. Sin exigir edades. Eso hará que lleguemos más rápidamente a la inmunidad de rebaño.

ESCRITO POR:

Ramón Parellada

Empresario. Catedrático universitario. Director del Centro de Estudios Económico-Sociales (CEES).