Según la más reciente encuesta Gallup, las elecciones serán desarrolladas por un electorado con estas características: 70% se opone al gobierno; 80% ve al país conducido por un camino equivocado; 83% dice estar peor o igual que el año pasado y 90% señala al país igual o peor a 2016; 77%, igual o peor al año pasado, y el 57% ve al país igual o peor en los próximos años. El 49% de los encuestados no quieren ir a votar. Esto es preocupante porque reduce a 4,074,896 el número de participantes, y como consecuencia se necesitan 2,037,449 votos favorables para ganar en primera vuelta. El 30% no sabe quién ganará, y las predicciones de victoria son: Torres, 16%; Ríos, 10; Aldana, 8; Giammattei, 5; Mulet, 3, y Escobar, 1. Son números preocupantes.

El 93% de los electores conoce a Torres, pero su opinión favorable baja a 46; la intención de votar por ella es de 34; tiene 19% de opinión favorable en el 46%; talvez vote por ella el 48% y de seguro lo hará solo el 21%. A Ríos y Aldana las conoce el 73%, pero la opinión favorable es, respectivamente, de 44 y 32; la intención de voto, 43 y 30; el voto seguro, 13 y 49 (la cifra más alta de todas). A Giammattei lo conoce el 68%; opinión favorable, 43; voto posible, 41, y seguro, 8. Escobar: Conocimiento, 34; favorable, 19; voto posible, 9, y seguro, 2. El 30% de los encuestados no saben quién ganará. La predicción de victoria es así: Torres, 16; Ríos, 10%; Aldana, 8; Giammattei, 5; Mulet, 3 y Escobar, 1. El caudal real lo otorgan los aspirantes con votos seguros por alguien.

Un resultado lamentable se refiere a la corrupción: solo el 5% la considera el principal problema. En cuanto a castigar a los corruptos, hay datos desesperanzadores: solo el 16% con educación superior y el 21% de los mayores de 21 años ven como prioridad encarcelarlos. Los otros números de este castigo son: 17% de quienes tienen educación secundaria, 15% de edades entre 24 y 39 años; 24% del nivel primario y 22% entre 18 y 39 años. La inseguridad, 24%, y el desempleo, 22%, encabezan esta políticamente cancerosa situación. Los encuestados no ven la relación entre estos problemas y el hecho de la corrupción, o se inclinan por lo urgente, relacionado con la economía, en vez de lo importante (reducir tanto el saqueo como la complicidad y el nepotismo).

Por ser tan controversial, el tema Cicig fue medido. Los resultados causan sorpresas en todos los niveles económicos y en todas las dimensiones de edades. El 18% de quienes tienen educación superior (casi 1 de cada 5) no la conoce, así como el 37% de quienes tienen educación secundaria y el 59% del nivel primario. El 78% tiene opinión muy favorable (20%) o favorable (57) de la Cicig); el 18% lo tienen desfavorable (14%) o muy desfavorable (4%). Esta entidad internacional debe ser manejada: por extranjeros (76%); por guatemaltecos, (10%). Su labor es, según el 72%, muy buena (12%) y/buena (50%), mala (11%) y muy mala (1%). El 78% está de acuerdo con mantenerla, al 4% le es indiferente y el 15% está en contra.

El 49% asegura que irá a votar por Thelma Aldana, con un 30% adicional que tal vez lo haría y una opinión favorable de 32%; Sandra Torres tiene un voto seguro de 21%, posible de 48%, con una opinión favorable del 46. Giammattei tiene votos seguros, 8%; votos posibles, 41% y opinión favorable, 43%; Escobar tiene votos seguros 2%, votos posibles 9% y opinión favorable 19%. En cuanto al conocimiento de las figuras, Torres encabeza con el 93%, pero su opinión favorable es de 46%; Ríos tiene 73% de conocimiento y 44% de opinión favorable. Al restar lo favorable de lo desfavorable: Ríos, +23; Giammatei, +22; Mulet, +12, Escobar, +5 y Aldana, -5%. Claramente, hay motivo para discusiones y análisis, pero no para el pensamiento basado en el activismo.