ECONOMÍA PARA TODOS

Pandemia en Guatemala, 1918-1919

|

Richard N. Adams, antropólogo estadounidense, residió en Guatemala, escribió el artículo Estado e indígenas durante la epidemia de influenza 1918-1919 en Guatemala, en la Revista Mesoamérica 34, (diciembre de 1997), 481–558 pp. Seguidamente un extracto del mismo.

El autor amplía el estudio de David McCreery sobre la epidemia de influeza en Guatemala en 1918, conocida como gripe española, por medio del examen detallado de un departamento, San Marcos, y de una reevaluación más extensa de su trayectoria en toda la Nación.

Mientras que los ladinos del altiplano se vieron menos afectados que los indígenas, los pobladores de las fincas de café de la bocacosta tuvieron mejor suerte que los indígenas del altiplano.

' No se tenía memoria de un desastre como el de 1918, ni existía infraestructura para enfrentarlo.

José Molina Calderón

Al parecer, la preocupación por los productos agrícolas de exportación llevó a los administradores de las fincas a tomar medidas de contención mayores que las que el Estado llevó a cabo en otros lugares. Este estaba poco preparado para contener una epidemia de tales proporciones, a pesar de que es difícil diferenciar hasta dónde la respuesta tan inefectiva se debió a una reacción intencionalmente del régimen del presidente Manuel Estrada Cabrera, y hasta dónde fue causa del bajo nivel de desarrollo en general.

En los antecedentes, el autor indica que cuando la epidemia llegó a Guatemala, en 1918, no se tenía memoria de un desastre tal ni se tenía una infraestructura burocrática que pudiera lidiar con algo semejante. Era época de cosecha de café.
Los periódicos dieron pocas noticias de la naturaleza obviamente crítica al régimen. Las noticias de la Primera Guerra Mundial dominaban por completo las primeras planas.

La investigación rastrea la llegada de la pandemia a Guatemala, hace un análisis de su impacto en la economía agrícola y el sistema de mano de obra, y finalmente estudia en detalle un caso, el del departamento de San Marcos. Concluye examinando la naturaleza del Estado de Guatemala, a la luz de los acontecimientos.

Todavía no se ha estudiado a fondo el caso de Centroamérica, pero Adams dice que las primeras noticias que debieron haber alertado seriamente a los guatemaltecos llegaron de El Salvador. El Diario de Centro América, el diario oficial, difundía diversas noticias tomadas de otros diarios centroamericanos. A partir del 20 de agosto de 1918 se reportó la presencia de la influenza en El Salvador.

Los periódicos no reportan la presencia de influenza en Honduras sino hasta el 22 de octubre, y poco después había aparecido en San Pedro Sula en forma benigna, hasta que un mes después la epidemia estaba ya extendida en esa ciudad.
En Nicaragua, a partir del 15 de octubre, se informaba que la epidemia de gripe y pulmonía había tomado tan serias proporciones que el Gobierno se vio en la necesidad de prohibir aglomeraciones de gente y clausurar los centros escolares. En tanto que en los escasos reportajes de Costa Rica parecía haber más preocupación por elaborar un extenso plan para ponerlo en vigor y prevenir la pandemia.

Adams cita a McCreery respecto de que la epidemia entró en Guatemala más o menos al mismo tiempo de México, por el oeste, y del caribe, por el Norte, a lo largo de la vía férrea de Puerto Barrios.
El Diario de Centro América, el 18 de diciembre de 1918, empezó a publicar reportajes de influenza desde Jalapa, Chiquimula, Santa Rosa y Jutiapa.

El 12 de noviembre, el diario oficial reportó que el 60% de la población de Tapachula, México, había contraído la gripe.

ESCRITO POR:

José Molina Calderón

Economista. Consultor en gobierno corporativo de empresas familiares. Director externo en juntas directivas. Miembro de la Academia de Geografía e Historia de Guatemala. Autor de libros de historia económica de Guatemala.