CATALEJO

Pensamiento simplista causa fracaso intelectual

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Comienzo con mencionar algunas frases y acciones muy comunes hoy en día: o es blanco o negro; no hay grises. Si no estás conmigo o piensas cien por ciento como yo, estás en mi contra y además eres mi enemigo. Si cambias en algo tu pensamiento al conceder parte de la razón a tu interlocutor, eres cobarde, tonto, malintencionado. La verdad mía es La Verdad y por ello pensar en esta Verdad como el resultado de la amalgama y aporte de varias verdades humanas, distintas, relacionadas con la etnia, educación personal, enseñanza dentro de la familia, escuela o la universidad de la vida, aunque sea distinta, única e irrepetible con cada ser humano. Para defender mis ideas debo agredir verbalmente con insultos, descalificaciones y ataques a los interlocutores.

' El progreso social no es solo económico e individual, sino que resulta de buscar el beneficio para el mayor número posible de personas.

Mario Antonio Sandoval

Los menciono hoy por ser ejemplos del simplismo, derivado de la palabra simple no en su significado de sencillo, puro, sino de rústico, tosco, sin pulimento y sin aceptar la complejidad de los temas necesarios para dialogar y enfrentar ideas. Tienen además la particularidad de ser frases conocidas y comunes, donde se esconde el temor, cubierto de una gran cobardía, de descubrir la debilidad de los argumentos propios ante otros derivados de un conocimiento más amplio y más sólido. No son solo consideraciones abstractas ni filosóficas porque se pueden aplicar a formas específicas de pensamiento, derivado de muchos años, a veces miles, de la tarea intelectual de los grandes hombres cuya vida transcurrió en siglos anteriores, cercanos o lejanos.

Por supuesto, todas las fuentes de discusión son complicadas y exigen un mínimo de atención, pero sobre todo de respeto entre quienes intercambian ideas. Entre los temas más necesitados de una actitud respetuosa se cuentan las ideas filosóficas y dos de sus principales derivados: la Política y el Derecho, y bajo ellos lo social y lo puramente económico. Una deplorable característica del mundo actual es la equivocación de ver a la economía como la base única de toda la actividad social. La realidad, creo yo, es otra: de una idea filosófica se deriva un edificio intelectual político –no politiquero— y de este el pensamiento, objetivos y motivaciones económicas. Esto también es motivo de amplia discusión, pero respetuosa, con lógica y sin ciegos y dogmáticos apasionamientos.

Una dificultad evidente es escoger ideas buscando una meta a la cual no se llega ni se puede llegar, por darle una ruta equivocada. Es indispensable la constante revisión de dicho fin para corregirlo cuando se descubra un destino distinto. Por esto se puede comprender a Platón, para quien cualquier tipo de gobierno debe ser realizado por personas con aceptable conocimiento de la más antigua de las formas de pensamiento humano, o sea la ética, y porque señala cómo se puede y se debe distinguir lo bueno de lo malo, para luego a través de las normas bien aplicadas del Derecho organizar la vida en la sociedad como lo señalaron también numerosos filósofos posteriores, para quienes el éxito social se basa en el intercambio de ideas, no de insultos ni agresiones.

El avance social no es un concepto únicamente económico. Se debe saber cuáles son las metas y cómo es posible lograrlas gracias a un edificio intelectual sólido. Esto es tarea de pensadores de diversas tendencias, a fin de establecer los planos del edificio de la sociedad. La comparación es la del arquitecto diseñador y el ingeniero constructor. La actual tragedia de Guatemala se debe a la nula capacidad de pensamiento abstracto válido de quienes ven a la política como una forma de conducir a la sociedad, lo cual lleva a la politiquería y el pillaje. Tal vez la peor realidad en países como el nuestro es la falta absoluta de educación, el analfabetismo cultural y educativo desafortunadamente instalado en todos los estratos sociales y afianzado ahora en los poderes del Estado.

ESCRITO POR:

Mario Antonio Sandoval

Periodista desde 1966. Presidente de Guatevisión. Catedrático de Ética y de Redacción Periodística en las universidades Landívar, San Carlos de Guatemala y Francisco Marroquín. Exdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua.