POR LA LIBERTAD
¿Por qué la hostilidad al empresario?
En días pasados, con las manifestaciones y bloqueos, escuché a algunas personas gritar consignas hostiles contra los empresarios. Había una mezcla de resentimiento y de envidia contra los ricos. Viene de un error conceptual que está muy arraigado en libros marxistas y es que la ganancia de unos se debe a la pérdida de otros. Un error que ha causado violencia, resentimiento y odio hacia los ricos. Y no es así.
' Viene de un error conceptual que está muy arraigado en libros marxistas y es que la ganancia de unos se debe a la pérdida de otros.
Ramón Parellada
Los empresarios no obtienen las ganancias explotando a los pobres. La riqueza de unos no es la causa de la pobreza de otros. En un régimen de libertad y respeto a los derechos individuales no es posible que alguien gane a costa del otro a menos que lo haga por la fuerza y no sea denunciado. En realidad, en un intercambio libre y voluntario ambos ganan. En un régimen donde existe un verdadero estado de Derecho, el empresario colabora con los trabajadores e inversionistas para lograr formar una empresa que luego, con apoyo del sistema financiero pueda crecer y servir mejor a sus clientes, o sea los consumidores. Todos ganan, todos mejoran su nivel de vida.
Si la empresa logra coordinar muy bien a todos sus protagonistas, es decir, el empresario, los inversionistas y los trabajadores, y produce lo que la gente demanda (el que demanda no solo quiere sino que puede pagar el producto) entonces la empresa podrá obtener una ganancia y eso le permitirá seguir produciendo y crecer. Significa esto que podrá contratar más trabajadores y más máquinas y herramientas que incrementen la productividad a modo de enriquecer a tus colaboradores, proveedores, clientes y a la sociedad en general. Las empresas que más ganan son las que mejor sirven a la sociedad. Pero si la empresa no logra que su producto sea demandado, entonces quebrará. Todos sus activos serán reubicados donde puedan rendir y obtener ganancias. La mitad de las pequeñas empresas no sobrevive el primer año de su creación y solo el 10% de las empresas sobreviven después de cinco años. Cada empresa que se crea enfrenta una gran incertidumbre y diferentes riesgos.
Quienes hablan mal de las empresas no se imaginan lo difícil que es para una empresa y sus trabajadores, inversionistas y empresarios sobrevivir y tener éxito. Las ganancias nunca están determinadas. Ganancias y pérdidas siempre pueden ocurrir a cualquier empresa. El empresario tiene las ideas y junta los factores de producción para que coordinadamente puedan satisfacer la demanda que él visualiza de antemano. Realiza el cálculo económico pero si se equivoca la empresa tendrá pérdidas, no ganancias. El inversionista mete su dinero a riesgo. Si la empresa gana el recibirá dividendos pero si pierde, su inversión disminuye y hasta puede perderla toda. El trabajador intercambia su propiedad que es su tiempo y capacidad de efectuar un trabajo a cambio de recibir un salario. El prefiere ese salario a no trabajar. Generalmente lo recibe incluso cuando aún ni se han vendidos los primeros productos que una empresa nueva fabricará. Eso gracias a que hay un capital aportado por los inversionistas.
Si entendiéramos todo este sistema de cooperación pacífica y voluntaria, trataríamos de que en Guatemala vengan más empresarios e inversionistas que busquen tener ganancias. Sólo de esa manera los salarios se incrementarán y los precios de los productos que se fabriquen disminuirán. El crecimiento económico será mucho mayor y el nivel de vida de los guatemaltecos mejorará. Es todo lo contrario a la teoría marxista de la explotación de clases que provoca hostilidad, violencia y ahuyenta las inversiones de capital.