CATALEJO

Por yerros estratégicos todos estamos perdiendo

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Desde hace dos semanas comenzó un enfrentamiento interno convertido en una batalla donde todos tienen algo de razón, atributo no exclusivo de un grupo, pero la estamos perdiendo todos, y Guatemala, por variadas razones. Entre ellas: incapacidad presidencial, falta de estrategia, tácticas absurdas por peligrosas, pérdida o disminución de apoyos, aferramiento a lo indefendible, incapacidad de entender la gravedad de los cada vez más cercanos efectos. Pero también desconocimiento de la instantaneidad y alcance de los mensajes, dependientes de una tecnología fuera de todo control. Muchos hechos específicos muestran el recalentamiento de la olla del descontento social y deben tomarse en cuenta.

El sábado pude ver tres mensajes preocupantes, vía redes sociales: una mujer emigrada sugirió ya no enviar remesas para doblegar al gobierno; un hombre instaba a sacar todo el dinero de los bancos, y Méndez Ruiz exigió la renuncia inmediata de todo el gabinete, luego de calificar dos veces de “salvajes” a las organizaciones indígenas. De ser acatados, causarían el caos total. Mientras, han comenzado a desaparecer los apoyos, sobre todo citadinos, de los bloqueos iniciados por los 48 Cantones y ahora apoyados por Codeca, una organización sin duda extremista e ideológicamente comprometida. Pero no se pueden hacer a un lado las razones de ese descontento generalizado.

' Dos semanas de enfrentamientos han paralizado parcialmente al país. Todos estamos perdiendo, pero pocos lo entienden.

Mario Antonio Sandoval

Giammattei persiste en no pedir la renuncia de Consuelo Porras, quien se enfureció al conversar con él, según lo filtró alguno de sus acompañantes, y quedó un ambiente de chantaje. Apoyarse en una inexistente independencia de poderes provoca mezcla de risa y rechazo, y la tácita orden de la Corte de Constitucionalidad de disolver manifestaciones con violencia solo provocó otra posibilidad grave: no ser obedecida por policías y/o soldados. Esta actitud de ambos solo puede explicarse por el temor de enfrentar justicia no controlada. Mientras, la población perdió el miedo, comprobado con los bloqueos capitalinos espontáneos, donde se han infiltrado bochincheros y enmascarados oficialistas o de sectores pro-caos.

Lo ocurrido el sábado en La Antigua es aleccionador. Miguel Martínez, ya abucheado por miles de aficionados en el estadio, no quiso entender el mensaje. Insistió en ir a una misa y se le pidió retirarse. Al salir, insultado espontáneamente, huyó y dejó sola a su aterrorizada mamá, pero ambos fueron cercados: fallo increíble de la seguridad. Ojalá entienda: mejor quedarse en su casa. Causará más problemas.
Todos los están causando y el silencio de Bernardo Arévalo le reduce apoyo, sobre todo en la capital. Por esa combinación de factores, es válido llegar a una lamentable conclusión: todos perdemos en esta lucha. Las pérdidas económicas alcanzan Q814 millones por día, o sea Q34 por hora.

Zamora: sentencia anulada

La sentencia de seis años de cárcel a José Rubén Zamora fue anulada el jueves y el juicio se repetirá en otro juzgado. El caso demuestra cómo es la justicia del país: antes de la condena permaneció diez días aislado, once de sus abogados fueron forzados a renunciar, cuatro de ellos encarcelados y tres exiliados, su defensor público sólo le ha hablado pocos minutos, no se permitieron los testigos de descargo y se emplearon leyes del Reino de España. Su esposa debió salir al exilio. Es venganza pura y dura de Giammattei y Consuelo Porras, ambos criticados con severidad en el extinto elPeriódico. A mi criterio, el caso debe ser sobreseído y absuelto quien es acusado-víctima.

ESCRITO POR:

Mario Antonio Sandoval

Periodista desde 1966. Presidente de Guatevisión. Catedrático de Ética y de Redacción Periodística en las universidades Landívar, San Carlos de Guatemala y Francisco Marroquín. Exdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua.