LIBERAL SIN NEO

Problemas de conocimiento e incentivos

El aislamiento, el quédate en casa, la ausencia de contacto y movilidad, pone de relieve cuánto nos necesitamos unos a otros. Me refiero a lo que otros hacen por mí; no por bondad o compasión, sino la necesidad que tienen de servirme para alcanzar sus propios fines. Esta es la renombrada metáfora de la mano invisible de Adam Smith, para referirse al proceso de mercado; las personas persiguen sus propios fines y para alcanzarlos se ven obligadas a servir a los demás. El proceso de mercado resuelve, entre otros, dos problemas muy importantes: cómo hacer uso del conocimiento disperso y cómo establecer una estructura de incentivos de tal forma que el interés propio sirva a los demás.

' Un estudio estima que lo que se cae del camión es cerca de 75 centavos de cada quetzal.

Fritz Thomas

El gobierno no puede resolver los problemas que surgen por la interrupción del proceso de mercado y no porque sea malo o deshonesto. Es un problema de conocimiento, de lugar y ocasión y un problema de incentivos.

No comulgo con las ideas ni con la mayoría de personajes que integran la bancada Semilla, pero me parece acertada una publicación suya y comparto datos sobre la ejecución de los programas de apoyo. 1) El programa de asistencia económica temporal a la economía informal consiste en entregar Q1,000 a vendedores informales, con el supuesto de beneficiar a 200 mil personas, con un presupuesto de Q200 millones. La asistencia ha llegado a 2,582 personas, 1.25% del objetivo. 2) El programa bono familia se propone entregar Q1,000 mensuales durante tres meses a familias que consumen menos de 200 kWh de energía eléctrica, para beneficiar a dos millones de familias, a cargo del Mides, con un presupuesto de Q6 mil millones. Al 6 de mayo se había ejecutado 0%. 3) El programa temporal de apoyo alimentario consiste en la entrega de productos básicos para apoyar a 700 mil familias, con un presupuesto de Q700 millones. Se ha ejecutado 0% y esperan comenzar a finales de julio. Esta es la situación a dos meses de haberse aprobado casi Q7 mil millones para estos programas. Ni hablar de los fondos que serán “administrados” por el CHN y otra multitud de programas de “asistencia”.

Para ejecutar estos programas, los encargados de hacerlo necesitan identificar a los destinatarios, ubicarlos, asegurarse de que cumplen los requisitos —demuestre que es vendedor informal o cuantos kWh consume—, hacerles llegar la ayuda en el punto y verificar que llegó al destino objetivo. Este es un enorme problema de conocimiento y logística, sin tomar en cuenta todo lo que “se cae del camión” en el camino. Mucha de esta información —conocimiento— se obtiene por medio de organizaciones como los Consejos Comunitarios de Desarrollo Urbano y Rural (Cocode). Los miembros del Consejo del Cocode son todopoderosos, manejan los listados, en los que invariablemente figuran primero sus familiares, amistades y allegados y son objeto primordial de manipulación política y clientelismo. Aquí es donde más cosas se caen del camión, que ya va liviano; es un problema de poder e incentivos. Un estudio de Daniel Fernández estima que cuesta Q3.57 hacer llegar Q1 de asistencia; lo que se cae del camión es cerca de 75 centavos de cada quetzal.

Los programas sociales no pueden sustituir los frutos de la producción y comercio de bienes y servicios. Además, los programas sociales instituidos a raíz de la crisis tienden a cobrar permanencia, los incentivos son muy fuertes, el gasto público no se retira de territorio que ya ha ocupado.

Es tiempo de reducir las prohibiciones y amenazas y dejar que las personas trabajen, produzcan y comercien. Unos pocos lineamientos básicos y las personas aportarán la creatividad.

ESCRITO POR:

Fritz Thomas

Doctor en Economía y profesor universitario. Fue gerente de la Bolsa de Valores Nacional, de Maya Holdings, Ltd., y cofundador del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN).

ARCHIVADO EN: