HAGAMOS LA DIFERENCIA

Separación de la basura en Guatemala

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En tres días iniciaba la obligatoriedad para los guatemaltecos de separar la basura. El acuerdo gubernativo 164-2021, Reglamento para la Gestión Integral de los Residuos y Desechos Sólidos Comunes, establecía el último plazo para principiar esta actividad. El Gobierno, ante presiones recibidas por los recolectores y municipalidades, tomó la decisión de modificar el acuerdo, y amplió en 18 meses la implementación, con la idea de que las organizaciones involucradas en el proceso de recolección y reciclaje de basura conciencien y den a conocer la normativa a la población. El Gobierno, como ya es costumbre, vuelve a ceder ante presiones de sectores acomodados que se oponen a leyes que son beneficiosas para el país, pero que les exige un cambio de actitud. El mismo acuerdo 164-2021 nace como una alternativa y deroga el acuerdo gubernativo 189-2019, también por presiones de sectores interesados. En el acuerdo 189 se prohibía el uso y distribución de bolsas de plástico de un solo uso, pajitas de plástico, platos, vasos y agitadores de plástico desechables y recipientes para alimentos de plástico o poliestireno expandido desechables en toda Guatemala. La ley contribuiría al ambiente, al reducir la contaminación, especialmente en ríos, lagos y lagunas. Dieciocho municipios prohibieron el uso de bolsas plásticas y pajillas antes de ese acuerdo gubernativo, lo que demuestra que sí era posible implementarla.

' Se pospuso en 18 meses el plazo para la separación de basura. ¿No cree usted que, por el bien de nuestro ambiente, deberíamos de iniciar ya en nuestros hogares?

Samuel Reyes Gómez

Hay diferentes posturas respecto de si la ley es, en realidad, beneficiosa para el país. Personalmente, considero que cualquier acción en bien del ambiente será siempre positiva, pues estamos sufriendo las consecuencias por nuestros descuidos ambientales, el cambio climático está ocurriendo ya, la contaminación es generalizada. El problema de la acumulación de basura es evidente y preocupante. Cada día, toneladas de desechos son arrojadas a vertederos o incluso al ambiente en forma indiscriminada, generando problemas ambientales, económicos y de salud pública. Muchos de estos residuos son materiales que podrían ser reciclados o reutilizados, pero sin una adecuada separación, la mayoría termina en lugares inadecuados, contaminando suelos, ríos y océanos.

Se necesita voluntad en los hogares guatemaltecos, así como en las empresas encargadas de la recolección y reciclaje de basura para una adecuada separación. Pero no basta con una ley, el Gobierno debe también apoyar, creando las condiciones adecuadas para que esto ocurra, y a la fecha quizá este ha sido el principal descuido, pues pasaron dos años en los que el tema fue olvidado. Es importante y conveniente principiar a realizarla por el bien de todos. ¿Por qué esperar 18 meses más? En nuestras casas iniciemos con esta labor y vayamos educándonos de cómo hacerlo. La nueva propuesta es separar en orgánicos e inorgánicos, estos últimos en reciclables y no reciclables. Las empresas recolectoras deben afinar estrategias para mejorar lo que ya de alguna manera están realizando, pues en la actualidad dentro de los mismos camiones los trabajadores están en forma empírica haciéndolo. Se nos escapa nuestra eterna primavera y estamos a poco tiempo de un colapso ambiental, si continuamos siendo renuentes a proteger nuestro medio. Al reciclar y tratar adecuadamente los residuos, se disminuye la cantidad de basura que llega a vertederos y, por ende, se evita la generación de gases de efecto invernadero y lixiviados, que pueden dañar el ambiente y afectar la calidad del agua y el aire. También se previene la aparición de microplásticos y otros contaminantes en los ecosistemas naturales. Principiar a separar la basura no nos hará países de primer mundo, como alguien expresó, pero ayudará y nos educará para contribuir a mejorar nuestro medio.

ESCRITO POR:

Samuel Reyes Gómez

Doctor en Ciencias de la Investigación. Ingeniero agrónomo. Perito agrónomo. Docente universitario. Especialista en análisis de datos, proyectos, educación digital. Cristiano evangélico.