POR LA LIBERTAD

Todos perdemos en una guerra

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Ha estallado una cruel e injusta guerra entre un poderosísimo, brutal, corrupto, intolerante, paranoico y asesino dictador ruso, Vladímir Putin, contra un pueblo libre y democrático, pequeño, que está defendiendo la vida de sus ciudadanos para sobrevivir como sea, y a un costo muy grande para mantener su libertad obtenida en 1991. El mundo democrático y civilizado, que no se lo termina de creer, está ahora imponiendo sanciones tardías a ese gigante invasor.

' Las guerras solo traen destrucción y nos afectarán a todos, todos perdemos en una guerra.

Ramón Parellada Cuadrado

Las guerras solo traen destrucción y nos afectarán a todos, todos perdemos en una guerra. De hecho, ya estamos sufriendo algunas de sus consecuencias en Guatemala con el incremento de los precios del gas, petróleo, sus derivados, fertilizantes, trigo, etc. Quienes están involucrados directamente peleándolas pierden más, por tanta destrucción de infraestructura y, principalmente, vidas. La guerra no debe ser una opción. Sin embargo, siempre hay algún loco que quiere dominar a otros y es por eso que los países no deben descuidar sus defensas. Los países europeos se durmieron en sus laureles, creyendo que ya todo era paz y amor. Ojalá así fuera. Pero preservar la paz significa también tener ejércitos y armas que sirvan como disuasivo a los que no quieren la paz. Pensar que por no tener una buena defensa nadie los molestará es ingenuo. La historia se repite y Putin, ahora más que nunca, al ver la debilidad del resto del mundo, aprovechó para invadir Ucrania y colocar gente afín a su gobierno.

Me dicen que Putin hizo lo que tenía que hacer ante la amenaza de la Otán por pensar en colocar más bases militares muy cerca de sus fronteras, posiblemente en Ucrania, si fuera aceptada como miembro de la UE y de la Otán. Así tendría bases a pocos kilómetros de la capital rusa. Pero Putin vio la debilidad de la Otán donde los países europeos no invertían suficiente, tal como les reclamó Estados Unidos en su momento. Ahora bien, para mí esa no es razón de iniciar una cruel invasión a un pueblo que pronto será dominado por el poderoso ejército ruso. Los rusos, como se ha visto ahora, no tienen la menor duda en destruir cuanta cosa se les ponga enfrente, sean militares o civiles, incluso mujeres y niños indefensos. Por más propaganda que Putin está lanzando al mundo indicando que los ucranianos son nazis, la realidad es que él es quien más se está pareciendo a Hitler cuando comenzaba su política expansionista. Al doctor en Historia Alejandro Gómez, en una entrevista realizada por Catalunyapress, el pasado 1 de marzo, le preguntaron si “¿Putin es el Hitler del siglo XXI?” a lo que respondió: “Todavía es pronto para decir si Putin llegará a ser el monstruo que fue Hitler. Lo que sí está claro es que de momento está dando pasos parecidos a los que dio Hitler cuando comenzó su campaña de anexión de territorios vecinos en la década de 1930. Ojalá el mundo no lo deje seguir avanzando ni le permita cometer las atrocidades de aquel”.

Putin no solo tomará Ucrania, sino que luego invadirá a sus vecinos por su visión de expandirse y llegar a controlar más territorios haciendo más fuerte a Rusia. Lo explica claramente Jason Jay Smart en un análisis publicado el 21 de febrero: “La situación en Ucrania empeorará gravemente en el futuro inmediato, ya que Putin probablemente utilice armas termobáricas o armas nucleares. Hay tres cosas que a Putin le importan (Pista: no son sus ciudadanos): 1. Nunca “perder”, 2. Permanecer en el poder, y 3. La realización de su fantasía mesiánica por la “civilización rusa”. Hay que detener a Putin cuanto antes, sin miedo, sin esperar más.

ESCRITO POR:

Ramón Parellada

Empresario. Catedrático universitario. Director del Centro de Estudios Económico-Sociales (CEES).