CON OTRA MIRADA

Tortuoso proceso llegó a su fin, mas no termina

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El último proceso electoral en Guatemala tuvo dos rondas de votación que rompieron con la tradicional sucesión de la presidencia cocinada con antelación. En la primera ronda del 25Jun2023 fueron electos alcaldes, diputados y representantes ante el Parlamento Centroamericano. En cuanto a la presidencia de la república, la sorpresa fue que la estructura montada por el grupo dominante de empresarios y sus servidores en los tres poderes del Estado colapsó por dos importantes factores: la participación del 60% de los aptos para votar y que, de los votos emitidos, el 12% hizo pasar a segundo lugar al candidato presidencial que las encuestas colocaron en sexto lugar, entre 22 candidatos. La segunda ronda del 20 de agosto dio el triunfo a Bernardo Arévalo, candidato del partido Movimiento Semilla, a pesar de la desinformación, campaña negra y todo tipo de bajezas en su contra y de todo lo que le fuera afín.

' Sabotearon el proceso hasta el último momento, aferrados con terquedad a no reconocer su derrota.

José María Magaña

La inesperada actitud de la población fue resultado del hartazgo causado por la corrupción elevada a cotas hasta entonces inimaginables. Mala práctica que, claro está, no es una novedad, aunque sí lo es el grado de desfachatez, inmunidad e impunidad que colmó la paciencia de una juventud informada y la determinación de los pueblos indígenas, que constituyen la mayoría de la población de este país. Destacó, en ese contexto, la convocatoria del sábado 30Sept2023 al Paro Nacional Indefinido de los 48 Cantones de Totonicapán, a la que se sumaron organizaciones de las diferentes culturas predominantes con plena conciencia cívica, de sus derechos y valores cultivados por la sempiterna marginación y discriminación de la que han sido objeto por la clase dominante; movimiento al que se sumó el sector mestizo. El Paro Nacional Indefinido inició el lunes 2Oct2023 y terminó después de 105 días de resistencia, la madrugada del lunes 15En2024, una vez investidos de sus cargos de presidente y vicepresidenta Bernardo Arévalo y Karin Herrera.

La Constitución define el 14 de enero como día de la juramentación del presidente y vicepresidente electos. Sin embargo, en esta oportunidad, diputados al Congreso de la República sabotearon el proceso hasta el último momento, aferrados con terquedad a no reconocer su derrota en las urnas; estrepitosa derrota que con el auxilio de las instituciones cooptadas en el Organismo Judicial todavía hoy pretenden revertir. El corolario de lo sucedido a lo largo de ese tortuoso proceso eleccionario que llegó a su fin con la toma de posesión de las altas autoridades es que, paradójicamente, aún no termina.

Guatemala padece los resabios de dos hechos históricos de los que no se repone. 1. El golpe de Estado del gobierno estadounidense en 1954 (hace la bicoca de 70 años), que derivó en una sucesión de gobiernos militares que condujeron a 36 años de guerra interna (1960-1996), guerra que derivó en un último golpe de Estado local —1983— y una Asamblea Nacional Constituyente que dictó la Constitución de 1985. 2. La era democrática de gobiernos civiles (1986-14En2024) que instauraron y enaltecieron la corrupción como fuente de enriquecimiento ilícito.

De ahí que conocer la historia sea esencial. Según Noam Chomsky, “hay una buena razón por la que nadie estudia historia, simplemente te enseña demasiado”. Verdad de claridad meridiana que pone en evidencia que el gobierno de Bernardo Arévalo, Karin Herrera y los diputados del Movimiento Semilla en el Congreso de la República será cuesta arriba, pues son 70 años de ignominia que habrá de ser superada a pesar de tanta y variada adversidad.

ESCRITO POR:

José María Magaña

Arquitecto -USAC- / Conservador de Arquitectura -ICCROM-. Residente restauración Catedral Metropolitana y segundo Conservador de La Antigua Guatemala. Cofundador de la figura legal del Centro Histórico de Guatemala.