POR LA LIBERTAD

TSE, ¿errores o negligencia?

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La semana pasada comenté lo que a mi juicio era una interpretación positiva de los resultados electorales obtenidos en las pasadas elecciones generales para presidente y vicepresidente, diputados al Congreso de la República, alcaldes y diputados al Parlacén. El mismo día de la publicación comenzaban las quejas de algunos errores ocurridos a la hora de digitalizar los resultados de las actas. Hoy sabemos que hay diferentes tipos de errores y fallos garrafales de programación, esto no es justificable, es negligencia.

Para mí, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) gozaba de una excelente reputación por sus orígenes y antecesores. Ya no más. Todo el proceso electoral no ha tenido la transparencia necesaria y la incertidumbre ha sido la constante general desde que comenzaron las inscripciones de los candidatos. Que unos sí, que otros no. Los criterios fueron diversos para aceptar a unos o a otros. Y al final, con los que quedaron, resulta que las sumatorias no cuadran, que el programa duplicó datos, que se había hecho un programa para 20 candidatos, pero al haber más el programa no funcionó. Excusas ridículas y mediocres para un evento de esta categoría que ha sido exitoso en el pasado y que con la tecnología moderna no debió haber ocurrido jamás.

Los magistrados del TSE han sido incapaces de resolver los problemas que ellos mismos crearon al haber contratado una empresa supuestamente experta en sistemas, pero que no tenía experiencia en este proceso. ¿Por qué no siguieron con la que ya había dado excelentes resultados en el pasado ¿O una empresa de reconocido prestigio, al menos?

Se habla de fraude, de errores, de manipulación de datos. Yo hablo de negligencia, pero no puedo decir que no a quienes piensan que a lo mejor hubo fraude porque la ineficiencias, incapacidad y falta de transparencia parecen ser aliados de aquellos que quieren que se repitan las elecciones. Y claro, si algunos consideran que les han contado mal sus votos pueden pensar que se los han robado a propósito, aunque fuera por estos errores. Sea como sea, a mi me parece una falta de capacidad y una total negligencia de los magistrados del TSE, que al fin y al cabo son los responsables. Qué pena y que vergüenza sentiría yo si hubiera sido uno de ellos, pues se ha destruido el legado de una institución que hasta las últimas elecciones era impecable y con alta credibilidad. Es verdad que había errores, pero era natural que los hubiera y no afectaban el resultado final. Ahora sí afectan el resultado final de todos los candidatos a todos los puestos en elección.

' Para mí, el TSE gozaba de una excelente reputación por sus orígenes y antecesores. Ya no más.

Ramón Parellada C.

¿Cómo resolver este problema? Repito que hay voces pidiendo nuevas elecciones. Yo quiero creer que las actas están correctas. De ser así, solo se necesita que una empresa de prestigio digitalice nuevamente los votos y dé el resultado de la sumatoria final. Pero de haber errores en las actas, entonces la cosa es más complicada, porque hay que recontar los votos y certificar las actas. Aunque han encontrado errores de este tipo, me parece que el problema grave está en la suma de las actas. Pero ya no se sabe nada. No hay noticias, no hay claridad de información y todo se maneja en una forma poco confiable.

Supongamos que al final se hace bien el conteo, dudo que la cantidad de votos de los primeros dos lugares puedan quitarles esos lugares. Así que, en mi opinión, ellos serán los que irán a la segunda vuelta. Sí puede haber cambio en las diputaciones y a lo mejor en las alcaldías, sobre todo en aquellos casos donde se ganó apretadamente. Estas elecciones ya son historia. Que no nos vuelva a suceder.

ESCRITO POR:

Ramón Parellada

Empresario. Catedrático universitario. Director del Centro de Estudios Económico-Sociales (CEES).