CATALEJO
Un cambio de mando lleno de irregularidades
Luego de todo un día de incertidumbre y de tensión popular generalizadas, Bernardo Arévalo y Karin Herrera posesionaron ayer a pocos minutos del fin del día como presidente y vicepresidente de Guatemala. Casi a las diez de la noche, sorprendentemente se anunció la aceptación de Semilla como partido y la elección de Samuel Pérez, con 92 votos, como presidente del Congreso. Esas dos acciones podrían ser el resultado de presiones directas e implica cambio en la correlación de fuerzas en el Congreso, pero aún es muy pronto para predecir nada. No hay han desaparecido las posibilidades de un gobierno con dificultad extrema de realizar sus planes de trabajo, ni de una continuación de la guerra sin cuartel iniciada desde agosto. A pesar de ese cambio, el bochornoso espectáculo de todo el día desprestigiará mucho tiempo a sus protagonistas.
' Los efectos de lo ocurrido ayer permanecerán por largo tiempo causando daños, sobre todo a la imagen del país.
Mario Antonio Sandoval
Las güizachadas anunciadas ocurrieron y Guatemala se afianzó como el país latinoamericano con el primer puesto en la violación y la burla a la ley. Adicionalmente, demostró el horror de la comunidad internacional, obligada a exigir la aceptación del resultado de la elección. Fue una jornada causante de vergüenza y rechazo ciudadanos ante la grotesca politiquería causante de la actual y desastrosa imagen nacional, producto de muchos años de fechorías, corrupción, burla a la ley e irrespeto a los más mínimos principios de la democracia como sistema de gobierno y fue casi un milagro poderlos mantener. En cierto sentido, fue una especie de nuevo serranazo, aunque con algunas diferencias, también fracasado para fortuna del país.
Ayer se comprobó la absoluta irresponsabilidad de todos los funcionarios de Giammattei, con acciones dilatorias y malintencionadas, con el uso de la ley aplicada en forma malintencionada y disfrazada de legalidades. Fue también un grotesco espectáculo de politiquería barata escenificado frente a la presencia de numerosos jefes de estado visitantes y de funcionarios de primer nivel de entidades jurídico-políticas latinoamericanas. Provocó la vergüenza ciudadana, colocó al país al borde de violencia callejera protagonizada, lo cual evidenció además ser la intención, con el objetivo de provocar un estado de sitio o una suspensión de las garantías constitucionales, pero fracasó.
A causa de todas esas irregularidades, el discurso del presidente electo no pudo tener la atención merecida. Por ello, creo una buena idea filmar esa pieza oratoria y divulgarla para el conocimiento ciudadano. Su importancia es grande por ser la primera vez de una declaración, aunque breve, sobre los planes principales de su gobierno, señalar la forma como piensa dirigir el equipo, relacionarse con los diversos sectores del país y los países amigos, fundamentales para la colaboración económica y señalar como será la política exterior. No se puede evitar la mención de los planes para atacar de frente la corrupción. Sobre todo, por primera vez su voz no es la de un político o un funcionario internacional, sino la del presidente de un país tan necesitado promesas cumplidas.
El nuevo Congreso está obligado a iniciar siquiera la etapa de eliminación del desprestigio acumulado por tantos años, sobre todo los últimos doce. Se mantienen pseudominipartidos con nula representación popular, y por ello es justificado sospechar de más acciones malintencionadas. Los cambios vendrán sobre todo de los diputados nuevos. Del Ministerio Público sólo se puede esperar un cambio en su papel de verdugo no solo de los ciudadanos, sino de buena parte del sistema legal del país. El clamor popular se dirige a eliminar el empecinamiento, la actuación según les da la gana. La prensa internacional comenzó ayer mismo a reportar los insólitos acontecimientos, causantes de un aumento generalizado de la confusión, pero también del rechazo de los ciudadanos.
La presencia de los jefes de estado y representantes internacionales les permitió presenciar la pavorosa realidad politiquera. La asistencia y colaboración internacionales en todos los frentes no podrá ser menor y sí deberá ser mayor. Todo está cuesta arriba, y se deben comenzar urgentemente todos aquellos necesarios para complicar o eliminar las posibilidades de burlas a la ley. Se le debe dar la bienvenida a quienes quieran colaborar, y pedir silencio a los opositores fanáticos. El nuevo gobierno necesita planificación, disciplina, poner orden dentro del partido oficial y evitar declaraciones impertinentes causantes de críticas en los sectores y personas simpatizantes, a fin sentar las bases de la recuperación de Guatemala en todos los frentes. No hay alternativa alguna.