CATALEJO

Un muy doloroso día del periodista

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El 30 de noviembre se celebra en Guatemala el día del periodista, en conmemoración a la fecha de 1729, cuando nació la Gazeta de Goathemala, el tercer periódico del continente americano en tiempos coloniales, 92 años antes de la declaratoria de independencia de España, decidida en esta capital, la metrópoli centroamericana. Esta vez es una fecha muy especial, al marcar el fin de la edición impresa de elPeriódico, debido a la feroz lucha ilegal e inmoral encabezada por el presidente y su compañero de vida. Es irónico porque reduce en mucho la existencia del periodismo independiente y sin vínculos con el actual gobierno, el cual tiene un futuro negro, sobre todo si ante las ya cuestionadas elecciones el oficialismo afianza su paso a la dictadura.

Todo esto se veía venir desde el inicio del giammatteiato y ha sido denunciado por comentaristas de cualquier criterio ideológico. Es pasmosa la marcha oficial dirigida a apoderarse sin piedad alguna del Estado, violar, tergiversar o ignorar las leyes del país, con la colaboración tácita o específica de algunos sectores privados, iglesias no católicas, abogados y demás, quienes no pueden comprender el mal para ellos desde el momento de dejar a la sociedad sin la posibilidad de escuchar voces distintas a las mentiras oficiales. Se sigue la huella de las dictaduras de Nicaragua y Venezuela, sobre todo, y es triste para un país cuya población y sectores privados no tienen el valor de manifestarse contra las arbitrariedades, de lo cual se aprovechan los politiqueros corruptos.

' El día del periodista coincide hoy con la última edición de elPeriódico, muestra de la persecución oficial contra el gremio.

Mario Antonio Sandoval

Esta lucha contra el periodismo independiente se identifica con plenitud con el caso de Jose Rubén Zamora, quien junto con personal administrativo de elPeriódico guarda prisión y sus juicios han tenido y seguirán teniendo atrasos, burlas a la ley y güizacherías de toda clase. Los Derechos Humanos son un chiste y a mí me cabe poca duda de la actitud vengativa oficial al mantenerlo en una bartolina, con una hora diaria de sol y dejarlo allí mientras pasan las navidades y el año nuevo, pero hay perdón para gente acusada de asesinar a periodistas en la provincia. Guatemala se acerca con velocidad a la situación de los periodistas en México, Venezuela, Cuba y Nicaragua. La Sociedad Interamericana de Prensa pidió entrevistas al más alto nivel, pero es dudable.

En lo personal y por una verdadera casualidad del destino, hoy es el día de mi septuagésimo quinto cumpleaños. Más de cinco décadas de práctica periodística me permiten tener una bola de cristal para prever el futuro, del periodismo y del prestigio nacionales. El maniqueísmo, ese todo o nada, cien por ciento o cero por ciento, usados para medir posiciones y criterios, no permite a quienes se alegran del peligro sufrido por el periodismo independiente darse cuenta de su orfandad para lograr la divulgación de sus voces cuando no exista dónde divulgar verdades ajenas a las mentiras oficialistas, populistas, ilegales, antihistóricas y sobre todo causantes de desprestigio nacional.

Guatemala, con las conquistas de la Constitución de 1984 —aún vigente, pero con modificaciones— logró avanzar en la divulgación de ideas, unas atendibles, otras no, pero todas valiosas para permitirle al ciudadano interesado expresar sus ideas. La calidad de constitucional a la Ley de Emisión del Pensamiento es un poderoso apoyo para la divulgación de criterios de toda clase, sin temor a castigo. Muchos periodistas de cualquier ideología quedaron muertos a la vera del camino durante décadas. Solo sus familiares se acuerdan de ellos, pues la sociedad actual se caracteriza por su escaso interés en darse cuenta de los terribles resultados de eliminar el derecho a hablar libremente. En suma, hoy es un muy triste día del periodista, ante el indudable regreso al pasado.

ESCRITO POR:

Mario Antonio Sandoval

Periodista desde 1966. Presidente de Guatevisión. Catedrático de Ética y de Redacción Periodística en las universidades Landívar, San Carlos de Guatemala y Francisco Marroquín. Exdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua.