CATALEJO

Una pretensión absurda

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Para quienes aún haya dudas de la perversión con la cual se basan para actuar la mayoría de diputados, la absurda pretensión presentada por la UNE de hacer cambios a la ley, con el fin de darle al presidente de la República la potestad de despedir a quien ocupe la jefatura del Ministerio Público. Esta idea no se debe analizar desde la teoría, sino desde cómo los gobernantes y los políticos en general aprovechan cualquier posibilidad para crear resquicios por donde puedan colarse a fin de burlar la ley, o para hacerle cambios con la única meta de beneficiarse y con ello causar daños a la ciudadanía y al país.

' El engendro está evidentemente dedicado a la actual jefa del Ministerio Público, María Consuelo Porras.

Mario Antonio Sandoval

El engendro está evidentemente dedicado a la actual jefa del Ministerio Público, María Consuelo Porras, cuyas acciones, muchas veces demasiado veloces y otras demasiado lentas, han contribuido a debilitar el sistema judicial del país. El ejemplo más claro fue su tardanza en dictaminar en el caso de la legalidad de la participación de Sandra Torres como candidata, lo cual ocurrió al día siguiente de estar la lideresa de la UNE protegida a causa de haberle sido permitida la participación por el Tribunal Supremo Electoral. Pero el cambio de esa ley tendría efectos futuros potencialmente terribles.

El Ministerio Público debe gozar de la mayor cantidad de independencia posible, lo cual es sumamente difícil en países como el nuestro. La pretensión Uneísta abriría la puerta a la eliminación de funcionarios adecuados, así como la imposición de gente colocada allí con el fin de beneficiar a altos funcionarios y gobiernos corruptos e incapaces. No califico de aceptables muchas de las decisiones de la licenciada Porras, a pesar de su conocimiento profesional, pero sí tengo clara la certeza de sustituirla en cuanto la ley entre en vigor, lo cual sin duda ocurriría en tiempo muy breve.

 

Doble nacionalidad

El presidente electo, Alejandro Giammattei, sorprendió a los guatemaltecos cuando realizó el viernes una anunciada visita a Venezuela, para entrevistarse con Juan Guaidó, presidente legal del país, pero sin fuerza de coacción. Haber llegado amparándose en el pasaporte italiano por tener esa nacionalidad, caso igual a sus dos acompañantes, provocó asombro y críticas, tanto bien como malintencionadas, y además le dio argumentos a la dictadura de Maduro para emitir un comunicado para señalar solo su calidad de ciudadano italiano. Esto abre una interrogante a los guatemaltecos: ¿puede ser presidente de Guatemala quien tiene doble nacionalidad?

A mi juicio, fue una equivocación. Deberían haber quedado fuera del equipo quienes se la sugirieron o no le hablaron de las consecuencias y de la perspectiva política desde la cual se deben analizar todas sus acciones, por ser un presidente in fieri, por decirlo así. Toda acción suya, a partir de haber sido declarado ganador, necesita un análisis profundo y sobre todo sereno. Se trata del primer yerro internacional del doctor Giammattei, y a lo interno provoca dudas respecto a la astucia de quienes trabajan en el grupo interno de quien dentro de 91 días se convertirá en el presidente de Guatemala.

ESCRITO POR:

Mario Antonio Sandoval

Periodista desde 1966. Presidente de Guatevisión. Catedrático de Ética y de Redacción Periodística en las universidades Landívar, San Carlos de Guatemala y Francisco Marroquín. Exdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua.