POR LA LIBERTAD

¿Vacunación obligatoria o voluntaria?

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El covid-19 ha venido a justificar otorgarles a los gobiernos un poder exagerado sobre la vida de las personas. Ha restringido los derechos y libertades individuales de millones de seres humanos en todo el mundo. La miopía de los políticos ha incrementado la deuda a niveles nunca vistos, creado una inflación que será muy difícil de contener, causado desempleo masivo y quiebra de negocios (los más afectados tienen que ver con turismo como hoteles, restaurantes, eventos de todo tipo, educación y transporte). En base al miedo que se ha difundido sobre el covid-19 se descuidaron otras enfermedades, entre ellas las psicológicas, que han estado cobrando más víctimas de las imaginadas.

' Nadie puede atentar contra la libertad de las personas a no dejarse vacunar con lo que sea.

Ramón Parellada Cuadrado

Ahora una nueva forma de dictadura se quiere imponer en muchos países del mundo. La obligatoriedad de la vacunación. Una violación más a los derechos y libertades individuales. Los gobiernos quieren imponer la vacunación obligatoria, y como tiene cada vez más oposición, lo que están haciendo es poner trabas a los no vacunados. Esto está ocurriendo ya en Europa, donde para visitar ciertos lugares se necesita tener la vacuna. Una terrible discriminación contra los que, por la razón que sea, no se quieren vacunar. Nadie puede atentar contra la libertad de las personas a no dejarse vacunar con lo que sea. Es su libertad y es su responsabilidad cuidarse a sí mismas. Incluso si la vacuna ha demostrado que disminuye los contagios y la gravedad de los que llegan a contagiarse, la decisión de vacunarse o no pertenece única y exclusivamente a cada persona.

Ante estos potentes argumentos, muchos países no podrán imponer la obligatoriedad. Por ello sus políticos, que son tan creativos para destruir las libertades y derechos individuales, se inventaron lo que ahora se llama pasaporte verde. Es decir, no podrás visitar ciertos lugares públicos, museos, restaurantes, centros comerciales y bares, y no podrás viajar en trenes o aviones tampoco si no tienes el certificado de vacunación. O estás vacunado o te dio ya la enfermedad y debes demostrarlo con un certificado o siempre tendrás que hacerte pruebas para poder acceder a viajes y algunos sitios.

Hace dos o tres semanas, en Francia, una gran cantidad de personas salió a protestar contra los planes del Gobierno por querer imponer este tipo de medidas. El rechazo vino fuertemente cuando se dijo que los profesionales tendrían obligatoriamente que vacunarse. Las consecuencias son graves para los que no se vacunen.

¿Debe ser obligatoria o no la vacuna? No. Por supuesto que no. Por más que yo estoy convencido de que sí funciona, que reduce los contagios y los casos graves, sostengo que debe ser voluntaria. Nadie puede ser obligado a tomar o recibir una vacuna. Lo del derecho a viajar, ir a ciertos lugares, demostrando que estás vacunado o con pruebas de que no tienes covid es un abuso de autoridad. Estoy de acuerdo en que un negocio privado se reserve del derecho de admisión, pero que un gobierno le imponga esto a través de leyes a los ciudadanos es inadmisible.

Hay que analizar bien si el costo de oportunidad de dedicar tanto a esta enfermedad no es mayor que no hacerlo. Si contáramos las vidas perdidas por el descuido de otras enfermedades, incluyendo suicidios y pobreza, posiblemente todo lo actuado fue peor que si la pandemia hubiera seguido su expansión y cada persona fuera libre y responsable de tener los cuidados adecuados para evitar contagiarse. Hubiera sido menos costoso que los hospitales, compitiendo libremente entre sí, a pesar del Gobierno, hubieran expandido sus unidades de cuidados intensivos.

ESCRITO POR:

Ramón Parellada

Empresario. Catedrático universitario. Director del Centro de Estudios Económico-Sociales (CEES).