CONCIENCIAPrimarias en el PAN

|

Un sistema democratico consolidado debiera cumplir tres condiciones: competencia entre partidos, una alta participación política en la elección de sus líderes y un nivel mínimo de libertades como la de expresión, de prensa, de agrupación y de organización.

El próximo domingo 17 los guatemaltecos estaremos dando un paso muy importante para fortalecer nuestra democracia, la primera elección de primarias en el Partido de Avanzada Nacional, PAN. Muchos que no tienen relación con el partido o que no simpatizan con el mismo se podrían preguntar, por qué esta afirmación.

Sin embargo, esta determinación del PAN, de elegir a su próximo candidato presidencial por la vía del voto de sus afiliados, puede ir cambiando no sólo el futuro del PAN, sino el de los otros partidos políticos.

Gran parte de la cultura autoritaria que tenemos en Guatemala se debe al sistema caudillista que existe en la mayoría de los partidos políticos. Este liderazgo luego se convierte en el liderazgo de nuestras autoridades, repitiendo el patrón en el gobierno.

El buen funcionamiento de la democracia requiere de una forma distinta de elegir a los líderes de un partido y la más adecuada es a través de la competencia y democracia interna. Estos políticos pueden transformar la cultura del poder.

Todos los partidos tienen entre sus estatutos una concepción democrática, pero en la práctica no se aplica. Sus líderes siguen siendo los mismos, en su mayoría fundadores del partido, y en muchos casos hasta heredan los cargos a sus familiares.

La competencia debe generase no sólo horizontal (entre líderes de la misma generación) sino verticalmente (entre distintas generaciones), con el objeto de que el partido tenga una proyección de largo plazo, donde los jóvenes aspiren a llegar a cargos importantes, por medio de la competencia y el liderazgo, y no por el compadrazgo y el servilismo.

En las organizaciones donde personas de menor jerarquía pueden competir por puestos de mayor rango, tienen más probabilidad de mantener en marcha la organización en lugar de matarla, como ha sucedido en nuestro país, donde, luego de que el partido gana las elecciones, su tendencia es a desaparecer.

Hace unos años, miembros del PAN decidieron que parte del crecimiento y madurez del partido consistía en cambiar los incentivos internos de sus líderes. Esto los llevó a crear nuevas reglas para elegir a sus candidatos. El sólo democratizar la elección del candidato presidencial es un gran paso.

Considero que es un aliento para el sistema político, que el partido con mayor simpatía -según las últimas encuestas- esté llevando a cabo estos cambios internos. Estos también han motivado a muchas personas a participar directamente en la política.

En 1995 la afiliación total de guatemaltecos a partidos políticos era de aproximadamente 290,000 personas. El partido Democracia Cristiana Guatemalteca era el partido con mayor número de afiliados, menos de 90,000, y el PAN apenas contaba con 24,000. Actualmente el PAN ha afirmado contar con más de 230,000 afiliados.

Con esta elección la población tiene más oportunidad de conocer a los futuros candidatos. Claro que se confunde a muchos guatemaltecos, ya que a la par del anuncio de las primarias del PAN hay otros partidos haciendo campaña, incluso el partido del Gobierno. Definitivamente habrá problemas, pero también habrá mucho aprendizaje. Es más, este acontecimiento demandará en los otros partidos cambios positivos.

Esperamos que después que pasen las primarias del PAN, los miembros del partido logren sanar algunas heridas abiertas entre los dos bandos, superen las diferencias y conformen un solo equipo. Si el PAN logra ganar esta etapa, será un triunfo para la democracia del país.

ESCRITO POR: