EDITORIAL

Crimen repudiable  que  sigue impune

Ayer se cumplió un mes del cobarde y repudiable asesinato de dos periodistas en Mazatenango, uno de ellos, Danilo López, que se desempeñaba como corresponsal de Prensa Libre en esa región, y su colega Federico Salazar, de Radio Nuevo Mundo, quienes fueron atacados a balazos por la espalda en el parque central de esa ciudad, hecho material del cual se sindica a dos personas, una de las cuales fue aprehendida horas después del suceso, y otra, días después.

El segundo de estos presuntos sicarios habría buscado refugio después del crimen en la casa del alcalde de Mazatenango, de la cual se fugó debido a una deficiente custodia, a lo cual se unen las peticiones de una orden de allanamiento que fue sospechosamente retrasada por jueces. Solo gracias a la denuncia ciudadana se pudieron conocer con rapidez los movimientos de los agresores, pues las autoridades de seguridad parecían estar a la zaga de los hechos, como también parece estarlo la investigación.

Algo que debe tenerse en cuenta es que desde aquel primer momento empezó a funcionar el sistema de rezagos que tiene a la justicia en el estado de postración en que se encuentra, pues los avisos de los vecinos no fueron oportunamente atendidos, lo que implicó que la mencionada propiedad no fuera inmediatamente resguardada, por lo que cuando se pudo allanar no fue ninguna sorpresa que no se encontrara al atacante que buscaban las fuerzas de seguridad.

Ello por no mencionar la pobre reacción de los policías en los instantes siguientes al ataque, según se pudo observar en tomas de video captadas por un reportero que hacía una entrevista en aquel instante.

Luego de esas dos capturas, las fuerzas policiales montaron un operativo en propiedades de sospechosos de narcotráfico y que podrían tener algún vínculo con la zozobra que se vive en Suchitepéquez, pero tales esfuerzos, en los que también participaron efectivos de la DEA, resultaron infructuosos, como si sus ocupantes hubieran sido alertados.

Hasta ahora tampoco se sabe de investigaciones en el Organismo Judicial acerca de la negligencia del juzgado que debió tramitar con celeridad las órdenes de allanamiento, pues las primeras horas de un hecho de esta magnitud son claves para dar con los responsables materiales e intelectuales, sobre todo cuando hay tantos indicios de que el atentado se derivó de la postura crítica de Danilo López.

A las pocas horas del crimen contra los periodistas en Mazatenango, el ministro de Gobernación se comunicó con personeros de este medio para anunciarles que tenía suficiente información sobre quiénes podrían ser los actores intelectuales; sin embargo, un mes después no se han producido nuevas capturas, lo cual puede verse como una ineficiente tarea de inteligencia en el momento inicial, lo cual es improbable, dados los recursos tecnológicos mostrados en otros casos. Otra opción tendría que ver con hilos ocultos e implicaciones para determinados sectores de llegar a producirse detenciones de quienes ordenaron esta barbarie.

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