reflejada en las cifras de los informes de gobierno afecta de manera importante el futuro del país. Como en todo, lo que cuenta son los verdaderos resultados y en educación estos han sido pobres.

Debería ser innecesario insistir en la importancia de la educación, pero es obvio que este sector, uno de los menos atendido entre todos los del quehacer público, es esencial para superar el subdesarrollo. El objetivo es pasar de ser un pueblo sometido por la ignorancia a ser uno protagonista de su destino, pero para ello el desarrollo de mejores controles de calidad educativa, cobertura e inversión en la preparación de maestros bien pagados, es básico.

La niñez y la juventud delatan estas carencias en su pobre nivel de conocimiento de las materias esenciales y para verlo basta analizar los resultados recientemente publicados en los medios de comunicación, en donde se refleja su lamentable nivel en aritmética y lectura. Que los niños pasen de grado o asistan a la escuela, no basta para hacer alarde de cobertura o de resultados, porque aunque eso impacte en los informes no lo hará en la vida real. En este sentido, la niñez no es la única afectada, también la población adulta sufre los efectos de este abandono de la calidad educativa en los centros escolares, por su incidencia en la pérdida de oportunidades de sus hijos, con alto costo en su futuro inmediato.

Uno de los efectos del sistema actual es la prevalencia de ciertos privilegios que, aunque legales, terminan siendo ilegítimos. Uno de ellos la idea de que lo privado es completamente independiente. En el caso de la educación, los controles de calidad, las evaluaciones periódicas y la definición de políticas coherentes son instrumentos fundamentales para definir la proyección de metas en el tema educativo, tanto como una mejor preparación del cuerpo docente.

En la violencia y abandono de la juventud se refleja de manera palpable que las políticas educativas han sido un fracaso en progreso. Un joven instruido y capacitado para ejercer un oficio o una profesión tiene un mejor futuro por delante. Su aporte también incrementa las oportunidades del país en aspectos tan importantes como su productividad, su seguridad y la calidad de vida de sus habitantes. Este giro, sin embargo, es costoso y su efecto se comenzaría a notar en las próximas generaciones, sin rédito para los políticos actuales cuya meta está a un evento electoral de distancia. Visión de nación, eso es lo que cuenta. Eso es lo que falta.

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