LA BUENA NOTICIA
Democracia
Durante ocho años escribí esta columna desde Jutiapa, “la cuna del Sol”, tratando de ser “la voz” de estos pueblos campesinos-xinkas empobrecidos por la corrupción y marginados de políticas públicas que deberían llevarlos a un desarrollo integral y sostenible. Esta perspectiva implicaba denuncia y crítica permanentes a quienes ejercen el poder, lo cual trajo reproches de algunos, incluido un alto diplomático eclesiástico de aquellos que no aman al pueblo, sino se muestran serviles de quienes “lo tiranizan y oprimen”. Pero también hubo reconocimiento y estímulo de muchos, entre los que destaco el respaldo incondicional del cardenal Quezada Toruño (R. I. P.) y de numerosos jutiapanecos.
A partir de hoy, si Dios lo permite y los directivos de Prensa Libre, que han dado cabida a esta columna por 18 años, escribiré desde Moyuta, “la nereida del Pacífico”, un pujante municipio jutiapaneco, de gente culta, noble y amable, muestra de la “Guatemala profunda” que está dispuesta a mantener viva la esperanza en su lucha por una vida digna, a no dejarse intimidar por los señores de la violencia que merodean en el reino de la impunidad, ni por los corruptos, porque saben que pronto la dama de la justicia los llevará engrilletados al lugar que les toca. Me alegra sobremanera, en este primer artículo desde Moyuta, presentarles el libro Democracia, derechos humanos y participación ciudadana. Encanto, desencanto y sueño posible, del Pbro. Ángel Antonio Recinos Lemus, hijo de este pueblo. El texto fue elaborado desde Mataquescuintla, Jalapa, donde era párroco y sufrió, junto a ese valiente pueblo coliseño, los embates del gobierno patriotero, del Ejército y sus aliados los mineros. El libro constituye una valiosa contribución que, en el horizonte de Aparecida, promueve un discipulado misionero al servicio de la vida digna para nuestros pueblos. Se inspira en la exhortación apostólica Evangelii Gaudium, que diseña una nueva etapa evangelizadora marcada por la alegría, al mismo tiempo que escucha los gritos del planeta Tierra y el clamor de los pobres, acogiendo los lineamientos fundamentales de la encíclica Laudato si, para la custodia de la casa común mediante la construcción de una ecología integral.
En el contexto de la realidad guatemalteca, el libro abre perspectivas interesantes para vencer la indiferencia y participar activamente en la lucha contra los corruptos y corruptores; al mismo tiempo ofrece elementos valiosos para construir un sistema democrático, fundado en la defensa y promoción de los derechos de la persona humana, de los pueblos y sus culturas, bajo la dinámica de la participación ciudadana.
Los diversos temas revelan la sensibilidad pastoral del autor, quien es párroco en El Progreso-Jutiapa, y su compromiso por la defensa de la vida y de los más empobrecidos. De tal modo que su preocupación pastoral, en aras de una evangelización integral, es la motivación de fondo que anima la temática de esta obra y la finalidad práctica que la inspira; al mismo tiempo que tiene en la mira la construcción una sociedad democrática fundada en la defensa de los derechos humanos y dinamizada por una decidida participación ciudadana.