Derechos y relajo

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cuando alguien afirma poseer la razón mientras otro esgrime lo contrario. Por ejemplo, la vida en un condominio ilustra el tema, si bien todos son propietarios, ello no significa que el vecino pueda pasar a son de “Alma Tuneca” todas las noches y no dejar dormir.

Autores han manifestado que “las normas son el cemento de la sociedad”, y sin caer en discusiones filosóficas, sí es conveniente, sobre todo al casi terminar el 2012, que podamos discutir más sobre derechos y menos sobre leyes. Comentaremos dos casos emblemáticos porque, como nuestro sistema es de relajo, el resultado está a la vista.

Se sufre la violencia de género y contra la niñez. Muchas entidades procuran la creación de una cultura de denuncia y se han tomado decisiones legislativas importantes, sin embargo, la práctica indica que, primero, los listos utilizan las normas en claro fraude de ley para solventar problemas familiares irresolutos; y segundo, los tribunales y el Ministerio Público distan mucho en privilegiar el interés de los menores.

Los datos suministrados hace poco en torno a que más de mil niñas de 10 a 14 años han parido un hijo este año —un hijo que en muchas ocasiones tiene como padre al abuelo o al hermano— nos indica la existencia de un barranco entre lo establecido por las leyes de protección de menores y su aplicación. ¿Es cierto que las niñas después del parto salen con criatura en brazos de nuevo a ser víctimas de violencia en su propio “hogar”?, ¿es cierto que existe el cinismo de decir que no hay presupuesto para atención a las niñas-madres?

El caso anterior para el pelo a cualquiera, pero otro relajo y sin nada que ver con el anterior es el concerniente “al derecho de consulta previa de los pueblos indígenas”, porque por medio de él se dice mucho y no se dice nada. Este derecho se interpreta por cada grupo de la forma en que se le da la gana, y ahora para “darle certeza” a alguien se le ocurrió introducirlo en la reforma a la ley electoral.

El Derecho de Consulta Previa no tiene nada que ver con el sufragio. Existen en nuestro país muchos irresponsables, de uno y otro lado, cuya única misión es generar círculos de conflicto y desgobierno.

Ojalá en el 2013 tengamos las agallas de defender valores en vez de procurar leyes y cuando haya trabajo en el Congreso se sepa que previo a aprobar normas se debe respetar nuestra esfera individual de derechos, pero también el aparato judicial defienda principios irrenunciables y no se limite a lograr legalismos vacíos y sin contenido, de lo contrario, estaremos sentados en un polvorín.

ESCRITO POR:

Alejandro Balsells Conde

Abogado y notario, egresado de la Universidad Rafael Landívar y catedrático de Derecho Constitucional en dicha casa de estudios. Ha sido consultor de entidades nacionales e internacionales, y ejerce el derecho.