MIRADOR      

Despertó, y ya no estaba ahí

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El proceso electoral finalmente se ha dado, a pesar de algunos. Los resultados, aunque provisionales, reflejan las preferencias de una ciudadanía muy activa que acudió masivamente a las urnas. Al momento, un candidato derrotado que presumiblemente no pasará a segunda vuelta, aunque hace unos meses pretendía deslumbrar con encuestas manipuladas que le daban el triunfo en la primera. La intoxicación informativa a que nos sometió a través de sus inoperantes y manipuladores medios, contrasta con la realidad que vivimos.

El Congreso ha repartido sus escaños y no habrá una aplanadora que impida o monopolice el debate y la discusión. Antes bien, la atomización partidaria dibuja un escenario donde los acuerdos serán norma. Destacar, en este proceso, el crecimiento merecido de Encuentro por Guatemala y de Todos, que permitirá establecer una especie de centro equilibrador en el devenir legislativo. En el otro lado de la balanza, el estrepitoso fracaso de Creo, en parte por un innecesario y nefasto pacto político.

En lo que respecta al binomio presidencial, las previsiones de las encuestas quedaron cortas. No era previsible un balotaje entre Jimmy Morales y Sandra Torres, mucho menos que Baldizón fuese descartado tan rápidamente. Aquella frase triunfalista de Líder de “nos vamos en primera vuelta” se tornó, por intromisión caprichosa de un artículo, en esta otra de “nos vamos en la primera vuelta”, pero a la calle. La decisión del 25oct no está aún escrita y será preciso ver cómo evolucionan los acontecimientos y esperar a que los resultados sean definitivos.

Queda claro, eso sí, que no hay dos Guatemalas. Esa referencia a la “Guatemala profunda” como sinónimo de patio trasero de políticos corruptos que compran votos con ofertas miserables ya no es posible. La tecnología y el uso de redes no distinguen entre ladino o indígena, pobre y rico o urbano y rural. La gente joven es precisamente eso: joven, y desea un mejor país del que hemos sido capaces de entregarles. El rechazo en las urnas al populismo de Líder ha sido unánime y contundente en toda la geografía nacional, sin distinción de lugar o etnia. Aquella frase de “les daremos en la madre” fue verdad, pero en sentido opuesto.

Menos de un 3% es el “logro” de la coalición de partidos de izquierda tradicional, y la realidad que vivimos en nada se parece a lo que esos manipuladores pretenden hacer ver o presentan a la comunidad internacional. Hay que desenmascarar, de una vez por todas, a los vividores del conflicto, así como a esos mafiosos seudolíderes de supuestos movimientos “indígenas, sociales y campesinos” y a la falsedad que representan. También, a los movimientos sindicales que cohabitaron con la UNE y más recientemente con un defenestrado PP o un autoritario Líder.

En cualquier caso, no todo es desgracia para don Manuel Baldizón. Recordemos que promulgaba que se cumpliese la ley y que solo el pueblo podía salvar al pueblo, y es exactamente lo que el pueblo ha hecho, salvarse y no votarlo. La ley, dentro de unos días, cumplirá también su misión y seguramente procese a alguno de sus diputados y a su perdido vicepresidenciable, y eso estrangulará el círculo de sus ambiciones.

Al final siempre hay ganadores, y en este caso siguen siendo las farmacéuticas que venden copiosamente calmantes y antidiarreicos, tanto para la Presidencia como para aspirantes a la misma. Y es que hay cosas que nunca cambian, a pesar de esta revolución primaveral, en el país de la eterna primavera.

www.miradorprensa.blogspot.com

ESCRITO POR:

Pedro Trujillo

Doctor en Paz y Seguridad Internacional. Profesor universitario y analista en medios de comunicación sobre temas de política, relaciones internacionales y seguridad y defensa.

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