Duda en el Patriota
ROXANA BALDETTI ya no es Secretaria General patriotista por orden del Tribunal Supremo Electoral, porque contravino claramente la ley cuando participó en un mitin del partido para presentar a Alejandro Sinibaldi. El cargo, entonces, de hecho está vacante y se debe aplicar lo conducente, es decir, sin trámite alguno nombrar a quien es el primer Secretario Adjunto, en este caso Alejandro Sinibaldi. Si él no acepta, o renuncia, toca el turno al segundo secretario, Mauricio López Bonilla. Hay dos adicionales, Pedro Muadi y Michelle Martínez, pero su llegada está sujeta a la imposibilidad, por cualquier causa del ascenso, de los dos primeros mencionados.
ESTE ES UN ANÁLISIS DE lenguaje, no político ni mucho menos partidista o politiquero. No hay necesidad de hacer ninguna consulta, ni de arriesgar al partido oficial a desaparecer. Además de ello, tratar de actuar de otra manera supondría contumacia o capricho. Por aparte, el deseo de la Vicepresidenta de participar como candidata a la alcaldía capitalina supone su renuncia al cargo actual, así como la pérdida de su inmunidad y derecho de antejuicio en caso de una derrota. A mi juicio, cuando Roxana Baldetti tomó la decisión de ir al parque vestida de naranja, talvez inconscientemente aceptó la posibilidad de terminar mal su carrera en la política.
Críticas y retrocesos
CAUSÓ MUCHA SORPRESA la decisión del ministro del Interior, Mauricio López Bonilla, de enfrentarse a la Constitución de la República, al proponer restricciones al acceso a datos e informaciones relacionadas con la manera cómo los funcionarios realizan sus funciones. No causaron sorpresa, eso sí, las críticas inmediatas, como la del Procurador de los Derechos Humanos, de la Sociedad Interamericana de Prensa y de sectores relacionados con el análisis y discusión de las acciones gubernativas. El funcionario reaccionó bien, al no mantenerse en una posición cuya debilidad lo hará realizar un acto común en el gobierno actual: dar un paso atrás.
LA ACTUAL SITUACIÓN del gobierno en cuanto a su imagen, en general, y la de los altos funcionarios, debe ser el telón de fondo a tomar en cuenta cuando se planifica y se presenta cualquier idea relacionada con la información de las actividades de quienes manejan el Estado. Son demasiados los ejemplos de presiones, unas muy directas, de la molestia causada a los funcionarios del más alto nivel ante la divulgación de decisiones cuestionables por su fondo o por su forma. También hay muchos casos de adquisiciones de bienes y servicios sin el cumplimiento de los requisitos, gracias a explicaciones cuya calificación más adecuada es la de pretextos.
CIERTAMENTE, ES CIERTO el dicho de “rectificar es de sabios”, pero cuando son demasiadas las decisiones de conjugar este verbo, en verdad lo sabihondo deja paso a conceptos como poca capacidad de los equipos de planificación. La prudencia aconseja solicitar criterios, ideas, comentarios, antes de emitir acuerdos ministeriales. El ministro López Bonilla de hecho tiene una tarea muy complicada y por ello lo mejor para él sería escoger con mucho cuidado a quienes integran su grupo de asesores, sobre todo jurídicos. Ahora sólo queda retroceder lo antes posible, para descubrir cuáles de las ideas son rescatables si no van acompañadas de ilegalidades.