REFLEXIONES
El desafío del pueblo
Durante toda esta crisis política hemos tratado de persuadir a la Comunidad Internacional de que el proceso de descomposición y de penetración del crimen organizado en el Estado lo ha llevado al borde del colapso y no puede continuar, y por consiguiente deberían intervenir. En este esfuerzo hemos esperado que la Comunidad Internacional juegue un papel activo en resolver esta crisis o por lo menos en ayudarnos a posponer el proceso electoral que tiene cada vez menos sentido, pues representa más de lo mismo y posiblemente un deterioro aún mayor de este ya débil Estado.
Este planteamiento adolece de un problema fundamental y es el de pensar que porque todos compartimos información similar y la angustia del futuro deplorable de las actuales elecciones esto llevará a la Comunidad Internacional a tomar acciones que corrijan el rumbo y a forzar cambios de la coyuntura que nosotros mismos no hemos podido alcanzar.
Todos coincidimos en que el logro más importante que debíamos alcanzar era forzar al Congreso a aprobar la reforma a la LEPP para reencauzar la vida política del país. Sin embargo, a pesar de las amplias movilizaciones en ciudades del país y lo claro de las demandas de la población, el Congreso y los líderes partidarios con todo descaro han ignorado estas legítimas demandas, esperando que inexorablemente transcurra el tiempo y se llegue a las elecciones en las que se validará el resultado de unas elecciones espurias.
En el reciente foro que realizó la Fundación Esquipulas quedó claro que quienes han mantenido una posición firme y decidida ante la crisis y deterioro del país ha sido la valiente actitud del comisionado de la Cicig, de la Coordinadora Residente del Sistema de Naciones Unidas, el representante de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos. La señora Valerie Julliand hizo la reflexión de que Guatemala es de los países de más baja recaudación tributaria, de más alta deforestación y contaminación ambiental, y el crecimiento de desarrollo humano más lento de Centroamérica.
Lo más importante fue el llamado del expresidente Mujica, quien habló de hacer política desde una posición ética, estableciendo “un frente amplio” de toda la gente honrada y responsable del país, que defienda la democracia y que esté dispuesta a romper con los privilegios y la impunidad que atentan contra la misma. Es por eso que la reflexión de hoy debe girar alrededor de los pasos que el pueblo debe seguir para suspender o parar las elecciones si el Congreso sigue negándose cínicamente a realizar la reforma a la Ley Electoral, pues la solidaridad de la Comunidad Internacional y de los organismos internacionales seguirá el camino que tome el pueblo y no podemos, por el contrario, pedirles a ellos que desconozcan o detengan las elecciones, desconozcan a un gobierno constitucional o que nombren a un gobierno interino. Es el pueblo de Guatemala quien lo tiene que hacer.
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