Acabo de recordar el cuento de Hansel y Grethel de nuestra infancia. En este cuento los padres enviaron a sus hijitos al bosque donde había coyotes y lobos, al estar sumidos en la pobreza. Ellos pensaban que quizás en el bosque sus hijos encontrarían una mejor vida, de la misma forma que los padres de nuestros tiempos piensan que al irse a Estados Unidos, encontrarán una vida mejor. Hansel y Grethel encuentran una casita hecha de chocolate y dulces, que es el sueño de todo niño. Sin embargo, les sale una bruja que les pone en un calabozo. ¿Suena un poco familiar esta historia en nuestros tiempos?

Hoy, vemos la misma historia de Hansel y Grethel reflejada en los niños migrantes. Sus padres, en su desesperación por falta de recursos y huyendo de la pobreza, violencia y extorsiones buscan otras opciones para sobrevivir, cruzando la frontera “mojados”. Piensan que no les queda “otra” que exponer sus vidas con tal de huir de la miseria. Es un asunto de supervivencia, pero esa “casita” no está a su alcance.

En cierta forma podemos cantar gloria que el Presidente Donald Trump haya decidido firmar un decreto para mantener unidas a las familias de indocumentados, pero ahora la incógnita es cuál va a ser el paradero de los niños que están en las jaulas de la frontera. Ojalá sin demora alguna, estos niños se reúnan con sus padres, y que sus padres no sean criminalizados ni tratados como maleantes, porque no lo son. Simplemente, han buscado sobrevivir.

Me alegro de que el presidente Trump haya sido motivado por su esposa Melania y su hija Ivanka de firmar ese decreto. Es notorio que a ellas les nació un fuerte sentimiento maternal que influyó en la decisión de Donald Trump de retractarse. Sin embargo, el daño psicológico que se le ocasiona a un niño en circunstancias de separación y en condiciones tan precarias, puede ser irreversible. “No pedí venir a este país, me trajeron por la pobreza en mi país” lee el cartel de un niño. El mundo entero se volcó en oposición a dicha disposición de “Cero Tolerancia” y hoy, a Dios gracias, se ha dado un paso positivo para evitar tal atrocidad.

En épocas de Hitler eso mismo sucedió y era parte de la tortura. Separaban a los padres de sus hijos y hoy, los sobrevivientes del Holocausto relatan que a la fecha, ellos tienen horribles pesadillas de cuando vivieron esos momentos.

Los miembros del Foro Migrante Guatemalteco en el extranjero han solicitado al gobierno de Guatemala y a la canciller Sandra Jovel que utilice su capital político adquirido con el gobierno de Estados Unidos para mediar y solucionar la situación actual de los niños no acompañados. Además, piden más acción en los temas de interés de la comunidad migrante guatemalteca para solicitar la designación del Estatus Temporal de Protección (TPS) para Guatemala, sustentada por el desastre natural de la erupción del Volcán de Fuego.

Según Melanie Mullers, mediadora independiente en temas migrantes con el gobierno de Estados Unidos, manifiesta que es importante que nuestro gobierno genere el espacio necesario para que existan oportunidades, y que haya una certeza jurídica para crear un escenario idóneo para que empresas norteamericanas e internacionales quieran invertir en Guatemala. Melanie menciona que el gobierno debe promover una “cero tolerancia a la corrupción” ya que ésta es la causa de que estas familias huyan del país.

Ojalá nuestro gobierno logre producir pronto nuevos puestos de trabajo y erradicar la violencia para que ya no veamos a familias “huir” fuera de su amada patria, y que acá tengan un trabajo digno.

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