CATALEJO

El loable legado de Norma Cruz

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NORMA CRUZ ES UNA DE esas personas con quienes en determinado momento se puede estar en desacuerdo, pero nunca se le puede criticar porque realice sus actividades sin pasión, entusiasmo ni convencimiento. Tampoco se puede negar su fundamental actuación desde los últimos 13 años para la defensa y la ayuda a miles de mujeres víctimas de a veces indescriptibles vejámenes, humillaciones de todo tipo, incluyendo el asesinato. Su labor es fundamental porque ha contribuido de manera indudable al despertar dentro de la sociedad guatemalteca de la conciencia de esa lacra vergonzosa, imperdonable pero también hecha invisible por demasiado tiempo.

LA ACTIVIDAD DE Norma Angélica Cruz Córdova en búsqueda del beneficio para sus semejantes se inició en los días de su juventud, en una etapa marcada por una orientación religioso ideológica. Posteriormente, a partir del 2013 y como consecuencia de una muy trágica experiencia personal, se decidió a iniciar la Fundación Sobrevivientes y comenzó en casi todo el país y con mucho éxito a dar una mano fraternal sobre todo a mujeres, sin distinción de edad, etnia o clase social, afectadas por violencia intrafamiliar, sexual, adopciones ilegales, discriminación a todo nivel, burlas a la ley y corrupción en tribunales. Las semillas sembradas a los lados de ese camino ya dieron paso a árboles cuyos primeros frutos comienzan a ser cosechados.

DEBIDO AL APADRINAMIENTO de la señora Cruz, quien ejerce un feminismo bien entendido, sereno, sin aspavientos, nació y se afianzó un apoyo ciudadano y despertó en numerosas mujeres la conciencia de sus derechos. Los logros son impresionantes: unas tres mil condenas a asesinos y violadores; una nueva ley de adopciones y otra contra la explotación sexual. Como premio a su tarea ha recibido reconocimientos internacionales: el Club de las 25, de Madrid, el premio para mujeres internacionales con Coraje, entregado en 2009 por Michelle Obama y Hillary Clinton. El diario El País, de España, la declaró uno de los cien personajes del año en el 2010, un año después de ser declarada personaje del año por Prensa Libre.

UNA ENFERMEDAD LE IMPIDE la movilización física a esta valiosa guatemalteca. Ello la obligará a dejar la dirección de la entidad fundada por ella. Al hablar de su caso, la semana pasada, lo ha hecho con esa misma y químicamente pura entereza y fortaleza empleada durante estos años en beneficio de las mujeres. Su tarea no está terminada porque aun desde una silla de ruedas o de un lecho puede mantener vivo su espíritu positivo, causa de haberse sostenido firme para enfrentar los grandes retos. La noticia de su enfermedad solo debe afianzar en los hombres y mujeres de Guatemala la admiración porque esa entrega constante a su causa le abrió la puerta para ocupar un destacado y merecido lugar en la historia nacional.

SON MILES LAS VIDAS ENCAUZADAS en una ruta positiva: mujeres, infantes, niños, adolescentes. Las luchas como la emprendida por la señora Cruz son exitosas en la medida de haber iniciado un proceso, en este caso social. Su mejor legado será el afianzamiento entre las mujeres guatemaltecas de la conciencia de merecer respeto de todo tipo e igualdad ante la ley. Este artículo solamente desea interpretar el sentir y ser la voz de esos miles de personas beneficiadas. Expresarle a Norma Cruz la admiración por su tenacidad y porque sus acciones le permiten ver con la frente en alto y sonreír ante las miles de merecidas y justificadas miradas de agradecimiento. Y agradecerle especialmente, porque se puede esperar la llegada de la esperanza.

ESCRITO POR:

Mario Antonio Sandoval

Periodista desde 1966. Presidente de Guatevisión. Catedrático de Ética y de Redacción Periodística en las universidades Landívar, San Carlos de Guatemala y Francisco Marroquín. Exdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua.

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