Hace algunos días me desperté sobresaltada. Soñaba con la imagen de una barrera invisible. Con un muro que se interponía en mi camino. Algo así como cuando nos topamos con un ventanal de vidrio que está cerrado pero creemos que está abierto, y ¡ouch!, nos damos un tremendo cabezazo que nos saca un chichón en la frente. El funcionario que soborna, el sicario que mata, el poder judicial que no garantiza los derechos ciudadanos, el chapín que se acomoda y calla, todos, crean ese muro invisible de corrupción e impunidad que nos ha atemorizado durante años. Es tan alto que no nos deja volar. Avanzar como país.

Contra ese muro se han golpeado valientemente, buscando justicia, los padres de Cristina Siekavizza desde hace cuatro años. Los pilotos de buses caen muertos como pajaritos. No comprendo cómo algunos empresarios se empeñan en sostener al presidente Pérez Molina, con el prurito de no “romper con la institucionalidad del país”. La Cicig y el MP han denunciado actos de corrupción inverosímiles cometidos por este gobierno. Han señalado que el Estado está cooptado por mafias que promueven la impunidad a toda costa. En cualquier otro país decente del mundo el gobernante y sus ministros habrían sido removidos de sus cargos ipso facto y estarían guardando prisión.

Esta semana nos golpeamos con el muro otra vez. A los diputados no les interesa conocer la propuesta presentada por el TSE con las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos. No les importa Guatemala. Y, si en dado caso la conocen para guardar las apariencias, no dejarán que entre en vigencia en estas elecciones. ¡Qué bárbaros! En cuatro años las mafias tendrán el tiempo suficiente para cerrarnos el paso hacia la libertad y la justicia, que tanto nos ha costado abrirlo con la ayuda del MP y de la Cicig. La “cruzada en contra de la corrupción,” como llama a esta etapa el comisionado Iván Velásquez, perdería el aliento.

“La presión social debe seguir. Este momento no se repetirá fácilmente”, me dijo el Lic. Alfonso Carrillo Marroquín por el teléfono. Me comuniqué con él a raíz de su campo pagado publicado en los medios de prensa, el pasado viernes 26 de junio. Se titula: No habrá caos institucional. Actuemos sin miedo porque la ley está de nuestro lado. Visiten la página para leerlo completo: http://www.meimportaguatemala.org

De acuerdo al Lic. Carrillo, el marco legal guatemalteco sí permite suspender el proceso electoral. Denuncia que el presidente de la República, la mayoría de los diputados del Congreso y varios magistrados de las CSJ y la CC no han cumplido con sus funciones. Han consentido la corrupción. No han respetado la Constitución porque han “sostenido una institucionalidad que está plagada de funcionarios públicos y políticos que han abusado del patrimonio del Estado, burlándose de la ciudadanía”.

Carrillo propone un pacto ciudadano, para que en los próximos 10 años saquemos a Guatemala adelante. Para que transformemos al país en una nación desarrollada que brinde oportunidades a los niños y jóvenes de hoy. “Una Guatemala sin un muro invisible”, agregó el Clarinero.