El término de un año doloroso

Si bien desde el principio hubo numerosos errores y abusos de parte de los políticos que han gobernado y han creado partidos  que en realidad son simples agrupaciones electoreras, los contubernios que se han dado en esa época nunca habían sido tan evidentes, claros y, sobre todo, cometidos con tanto descaro, por lo que es comprensible que produzcan las esperadas reacciones.

El riesgo para el país debido a esta realidad se manifiesta también claramente en  la conformación poblacional de Guatemala, donde esa mayoría de más del  70 por ciento  ha vivido dentro de gobiernos  que no caen en la definición tradicional de dictadura. En cambio los abusos, la corrupción y el descaro provocan un desprecio generalizado para la práctica de la política. Al desmotivar a los ciudadanos honestos, el sistema se ve secuestrado  y queda en manos de los delincuentes en potencia o, de hecho, de políticos que con sus actos desvirtúan cualquier discurso.

Cuando se analiza lo ocurrido en el campo político en este agonizante 2014, el resultado es decepcionante y despierta preocupación, ya que en  poco más de nueve meses los ciudadanos tendrán una cita con las urnas, luego de procesos cargados de rechazo  a causa de la arrogancia de los partidos políticos y de quienes ahora son candidatos.

 En estos últimos 12 meses también explotó la popularidad de las redes sociales en el país, un  fenómeno tecnológico mundial que tiene consecuencias de todo tipo, pero entre estas también destacan las políticas. La población tiene la oportunidad de enterarse, literalmente en forma instantánea, de lo ocurrido en el mundo y en su país. Nunca como ahora ha sido comprobada la efectividad de los medios de comunicación, tanto de los que ejercen el periodismo de manera profesional como de toda persona que desea manifestar su pensamiento sin cortapisa alguna, con todo y el riesgo que ello implica para divulgar verdades y mentiras por igual.

Es evidente que la satisfacción ciudadana por el proceso democrático se encuentra en un declive antes poco perceptible,  pero que ahora es notorio. Uno de los cambios del 2014 es que parece haber  mayor conciencia de la relación entre actos corruptos y atraso generalizado, que se comprueba con las mediciones locales e internacionales de tantos indicadores sociales, educativos y de salud, entre otros.

Al margen de los sinsabores políticos, Prensa Libre presenta un saludo cordial de Año Nuevo a los guatemaltecos, a quienes  se esfuerzan por hacer sus tareas y llevar el sustento a sus familias. La suma de las acciones correctas es fundamental para forjar un mejor país y para que se materialicen las promesas en el 2015.

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