PRESTO NON TROPPO
El V Clarifest en Guatemala, este 2017
A partir de mañana, lunes 26 de junio, y hasta el viernes 30 de esta semana, tendrá lugar nuevamente el festival del clarinete, en el que intervendrán un total de más de 120 participantes, entre alumnos de diversas escuelas de música, profesionales, invitados internacionales e, incluso, ejecutantes de algunos otros instrumentos afines: el Clarifest Guatemala, quinta edición.
Desde su creación, hará diez años, el forjador e incansable motor de esta fiesta del arte ha sido el maestro clarinetista guatemalteco Sergio Reyes Sagastume, uno de los exponentes mejor acreditados del clarinete en todo el continente latinoamericano. Comenta Sergio que en sus años formativos le costó mucho salir en busca de un aprendizaje que superara sus expectativas locales y por fortuna le tocó vivir la experiencia de compartir con clarinetistas de alto nivel que le enseñaron cosas que no sabía ni imaginaba. Se preguntó entonces, “¿Por qué no tener esto en mi país? ¿Por qué no formar una orquesta de 20, 40 ó 100 clarinetes? ¿Por qué no armar un festival dedicado a este instrumento en particular?” Fue en esa época que se le ocurrió montar un grupo con sus alumnos y realizar actividades con obras musicales nacionales y extranjeras. De ese instante, Sergio Reyes ha visto crecer artísticamente a muchos de los estudiantes, mientras ha generado bianualmente la fiesta más grande del clarinete en Centro América.
Este año, el Clarifest cuenta con la presencia de artistas como Kornel Wolak, Romy Bischoff, John de la Paz y Calvin Falwell, cuya actuación engalanará recitales y conciertos, todos los días de esta semana, de 18 horas en adelante, en el Aula Magna del Centro Cultural Universitario (El Paraninfo) y el Teatrino de la Escuela Municipal de Música (antiguo Edificio de Correos, 3er. nivel). Para los directamente involucrados, a más de las cátedras, se ofrecen conferencias en torno al clarinete y otros temas musicales en general, talleres de reparación y cuidado del instrumento, la conformación de una orquesta de clarinetes y, evidentemente, los conciertos. Aunque la inscripción a los eventos ha tenido un costo que cubre algunos gastos (como clases magistrales, cierta logística, equipo y materiales), la admisión pública a las presentaciones es gratuita.
En su invitación y sus comunicados, el maestro Reyes ha afirmado estar convencido que el desenvolvimiento y la experiencia que procura el festival permite que el nivel artístico de los niños y jóvenes músicos vaya en crecimiento y que se desarrollen sus capacidades de análisis musical y sus vivencias dentro y fuera del escenario. “Clarifest”, dice, “ha sido pionero al promover la fiesta musical, celebración asimilada por alumnos y colegas que se han animado a realizar otros festivales dedicados a un solo instrumento. Ha empezado en Guatemala, pero ya se han sumado más y más países a la largo de esta primera década. Me siento orgulloso del evento y de sus participantes, estoy seguro de que seguiremos adelante, mejorando cada vez más.”
No es ocioso mencionar que son varias las instituciones y fundaciones, públicas y privadas, que han apoyado materialmente este festival, ahora y en años anteriores, cuando aún ostentaba el carácter de una operación experimental. Hoy, que este festival, con todas sus implicaciones artísticas y pedagógicas, constituye una realidad palpable, lo que corresponde es aplaudir y sustentar sus acciones y sus méritos. Una felicitación, Sergio, y que los logros del Clarifest se difundan y se prolonguen por mucho tiempo más.
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