CATALEJO

Evidente mando del Legislativo

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EN LA TEORÍA DE LA DEMOCRACIA, el mando y las decisiones políticas de un país recaen y se desarrollan en dos de los tres organismos del Estado, es decir el Ejecutivo y el Legislativo. También en teoría, no se incluye al Judicial porque este debe tener una independencia de los otros dos. La vida práctica es distinta. En los sistemas presidencialistas, como el de Guatemala, quien encabeza el primero de esos organismos tiene la capacidad, pero sobre todo la imagen de tener más cuota de poder, porque en todas las sociedades permanece la idea de una especie de soberano. Esto ocurre sobre todo en países tercermundistas, donde los ciudadanos eligen a un presidente, pero inconscientemente tienen en la mente a un ser todopoderoso.

SIN EMBARGO, EL PODER verdadero en la teoría democrática radica en el Parlamento porque sus miembros representan el sentir directo de los votantes. Deben ser electos de manera personal, como parte integrante de un partido y como seguidor de una determinada ideología y filosofía políticas. En el caso de Guatemala no existe esta representación, porque en realidad tampoco existen los partidos políticos, lo cual deja fuera lo ideológico y lo político, y porque además el sistema de listados es una de las causas por las cuales en muchas ocasiones los diputados electos son los primeros en sorprenderse cuando logran una curul por causa del porcentaje de votos. La idea de proporcionalidad no puede aplicarse en una realidad como la nuestra.

ENTRE LOS PEORES MALES DE los Congresos se encuentra el transfuguismo, muy fácil de explicar y de comprender a causa de lo expresado anteriormente. Si no hay partidos y por tanto no hay preparación previa, ni la posibilidad de comenzar en uno de ellos e ir ascendiendo en la escala de las dirigencias, tampoco se puede esperar lealtad, porque al exigirla se debe preguntar: ¿Lealtad a quién o a qué? Por aparte, en anteriores elecciones los ciudadanos “votaron parejo”, al beneficiar al mismo partido en la presidencia, el Congreso y las alcaldías, con el efecto de aplanadoras. Esta vez no fue así, y además, el partido súbitamente convertido en el oficial es prueba de una agrupación electoral, sin cuadros, sin representación y sin planes de gobierno.

EL ACTUAL CONGRESO ACABA de demostrar dónde está ahora el verdadero poder: ninguna de las comisiones parlamentarias quedó en manos del minúsculo oficialismo. Obviamente, entonces, la lección es clara: un solitario presidente deberá negociar todo, o casi todo, pero para lo último se debe introducir el elemento de una especie de conmiseración política. El partido derrotado en la segunda vuelta es ahora la mayor fuerza en el Congreso, aunque no tiene mayoría, pero puede hacer uso de las agrupaciones de diputados “independientes”, cuyo apelativo mejor sería de “neopatriotistas” o “neolideristas”. Por ello, para poder lograr su apoyo deberá recurrir a las viejas prácticas causantes de desprecio popular al Organismo Legislativo.

EL ESCÁNDALO DE LOS SALARIOS en el Congreso es el resultado de una acción propia del presidente, quien se arriesga a recibir reprimendas de su propio partido, involucrado en la francachela económica hecha pública ahora. Ahora debe ser transparente en todas sus contrataciones, para no quedar como candil de la calle y oscuridad de su casa. La prueba de fuerza realizada dentro del Parlamento recibe apoyo porque permite a todos sus miembros ayudar a ejercer una presión de forma correcta, pero de fondo indebido. El teoría, este Organismo Legislativo está comenzando a funcionar como debe ser, pero en la realidad es válida la interpretación de ser una manera de convertir en un tigre de papel a Morales y a su presidencia.

ESCRITO POR:

Mario Antonio Sandoval

Periodista desde 1966. Presidente de Guatevisión. Catedrático de Ética y de Redacción Periodística en las universidades Landívar, San Carlos de Guatemala y Francisco Marroquín. Exdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua.