FAROLágrimas de café

RODRIGO CASTILLO DEL CARMEN

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Las grandes firmas comercializadoras de café en el mundo han demostrado sin lugar a duda que carecen totalmente de sensibilidad ante la tragedia de millones de seres humanos dependientes de la caficultura que están sufriendo hambre y miseria en docenas de países productores.

Son víctimas de dos manejos condenables. Uno, el que ha generado en Viet Nam y en Brasil el aplastante aumento de la producción de café de baja calidad. El otro, el maquiavélico aprovechamiento que de la sobreoferta han hecho las poderosas multinacionales. Unicamente cinco firmas controlan el 90% del comercio mundial del café.

Según un informe de la Organización Internacional de Comercio, por cada dólar que pagaron las multinacionales en el año 2001, obtuvieron 14 dólares de ganancia. Utilidades como éstas son comparables únicamente con las que genera el narcotráfico. Al parecer algunos altos ejecutivos de esas poderosas comercializadoras les empieza a remorder la conciencia.

Algunos parecen haber mostrado algo de sensibilidad al expresar que se han dado cuenta de la difícil situación por la que están pasando los caficultores debido al bajo precio que reciben, señalando que esta situación genera un incremento acelerado de la pobreza y de sufrimiento para los productores y sus familias.

Una de las principales multinacionales ha señalado estar en contra de los precios bajos ya que esto es malo para los productores y para los ingresos de la compañía. Aunque esta última afirmación riñe con la realidad, puesto que los balances de esa y las demás poderosas multinacionales muestran que se han quedado con enormes utilidades sin que esto se traduzca en baja en el precio del café al consumidor en los Estados Unidos y en Europa, salvo muy pocas excepciones.

Dicho pronunciamiento hace pensar en si estas multimillonarias comercializadoras tendrán corazón. Hasta ahora no lo han demostrado y tampoco creemos que sus directivos sean capaces de derramar una sola lágrima por los miles de caficultores que les han proporcionado tan generosas utilidades en los últimos años.

El presidente ecuatoriano clamó ante la Asamblea de las Naciones Unidas vigorosa y objetivamente para que se ponga fin al abuso de las grandes compradoras de los productos básicos de los países pobres. Precios justos, equitativos, es lo básico para acortar la brecha entre las económicamente poderosas naciones del Norte y las paupérrimas naciones del Sur.

Durante su reciente viaje a los Estados Unidos el presidente Uribe de Colombia expuso al presidente Bush y al Fondo Monetario Internacional la urgencia de obtener un buen precio para el café. En Colombia y algunos países centroamericanos la lucha contra los cultivos ilícitos se está perdiendo ya que lo que se erradica de café está siendo utilizado para la producción de drogas.

Píldora de humor.

-Entra un tipo apuradamente en un restaurante y pregunta:

-¿Aquí venden comida rápida?

-¡Claro que sí señor, aquí tiene su cuenta!

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