UN APLAUSO DE TRES minutos de duración fue el premio otorgado por los escuchas de las declaraciones expresadas ayer por Iván Velásquez, jefe de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), al hacer público el informe de esa institución al respecto de uno de los temas más sospechosos del mundo político guatemalteco. Es, por supuesto, el financiamiento de los partidos políticos, de las campañas, cuyos montos en realidad estratosféricos en buena cantidad de ocasiones solo se pueden explicar como inversiones de personas y de entidades cuya meta es hacer obtener posteriormente un retorno multiplicado varias veces, gracias a acciones inmorales, ilegales y corruptas, pero además descaradas.

ESTE INFORME tiene más de cien páginas porque son muchos los temas tocados. Debido a ello el análisis debe ser realizado con sumo detenimiento. De los reportes presentados hasta ahora por la Cicig, a mi juicio este es el más importante, a causa de la variedad de sus datos y afirmaciones. El conocimiento de los orígenes de las aportaciones puede abrir la puerta a acciones legales que saquen de la contienda electoral a un número no determinado pero seguramente elevado de aspirantes a diversos cargos públicos. Debido a ello, se incrementa la duda de cuál será el verdadero número de nombres y fotos de la papeleta de las elecciones del 6 de septiembre. Nunca unos comicios estuvieron tan difíciles de entender, ni tuvieron tantas sorpresas.

DESDE EL MIÉRCOLES SE puso en duda la participación del binomio Baldizón-Barquín, y a ellos se agregó una denuncia interpuesta en contra de Sandra Torres. La Corte Suprema de Justicia tiene la última palabra, por lo cual es de esperarse una decisión al menor tiempo posible. No se debe olvidar el factor tiempo: a partir de determinada fecha, sería imposible la impresión y organización de las papeletas. A causa de la decisión de no cambiar la fecha de las elecciones, el tiempo se acorta y se corre el riesgo de agregar a personas impedidas de participar debido a factores legales. Todo esto permite prever un incremento en el ausentismo de los votantes, por el cual el gobierno electo sería legal, pero no representativo del sentir de la mayoría.

DEBIDO A LAS CONSTANtes revelaciones de la Cicig y del Ministerio Público (MP, se dificulta enormemente todo lo relativo a las elecciones. Sin embargo, se trata de uno de los sucesos más positivos en la historia política del país, porque el proceso de depuración de aspirantes, cuestionables e impedidos legalmente de participar en la elección, es un primer y seguro paso para comenzar el necesario trabajo de depuración de las instituciones del Estado. Es fundamental lograr convencer a quienes tienen en sus manos las decisiones relacionadas con el proceso electoral de actuar tomando en cuenta el paso inexorable del tiempo, encargado de marcar el momento de llamar a los guatemaltecos a participar en un hecho político cada vez más cuestionado.

UN FACTOR FUNDAMENtal, creo, es demostrarle a los jóvenes de entre 18 y 35 años cómo las reglas actuales, cuando son aplicadas como debe ser, permiten los cambios necesarios. Ni las leyes ni la Constitución son los malos de la película, papel desempeñado por quienes las retuercen a su sabor y antojo, así como aquellos convencidos de estar pos encima de la ley. A la Cicig y al MP se les debe señalar la esperanza popular de más descubrimientos, acusaciones y señalamientos de las acciones ocultas de políticos y de sus cómplices en cualquiera de los sectores, tanto del Gobierno como de la iniciativa privada. Es fundamental tener en claro la importancia de las acciones realizadas por la Cicig y el MP, porque abren la puerta a un nuevo horizonte.