CATALEJO

Guatemala y Cuba, presente y futuro

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EL DOLOROSO DESCONOCIMIENTO de la historia de Guatemala en las generaciones del país constituye una de las razones del poco interés entre sus integrantes por buscar explicaciones y basar en mejor forma sus opiniones y criterios. La relación con Cuba fue facilitada a causa de su cercanía geográfica —alrededor de mil kilómetros en línea recta entre nuestra capital y La Habana—. Aquí vivieron José Martí y José Joaquín Palma, autor de la versión oficial del himno guatemalteco. Una de las muchas causas del apoyo castrista a la guerrilla guatemalteca se debió a la autorización del presidente Miguel Ydígoras a tener una base en territorio nacional para la fracasada intentona de la bahía de Cochinos, a fin de derrocar a Fidel Castro.

NO SE PUEDE ENTENDER el movimiento guerrillero de Guatemala sin tomar en cuenta la Guerra Fría y la idea de exportar a otras latitudes la revolución cubana. Mucha sangre guatemalteca fue regada en todos los lugares del país a causa de la confrontación caliente ocurrida en territorio nacional. Se deben tomar, además, en cuenta como motivo de esos 36 años de guerra interna las condiciones socioeconómicas y políticas del país en esa época, por cierto, ahora peores a causa del aumento de la población, la cada vez mayor brecha entre las capas económicas superior e inferiores, y factores nuevos como la irresponsabilidad de la clase política y el aparecimiento del narcotráfico. Otros tiempos, otra lógica, otra clase de sufrimientos.

LAS GENERACIONES ACTUALES de Guatemala desconocen lo ocurrido, como consecuencia de falta de información balanceada, no panfletera ni simplista, explicada en el contexto nacional e internacional. Hace 57 años, cuando triunfó la revolución cubana, quienes tenían la edad para interesarse y comprender la realidad nacional y la del mundo constituyen hoy en día menos del 10 por ciento de la población. No conozco cuál es el criterio de esa mayoría etaria, pero a mi juicio es muy parecido a la manera como desean conocer la historia: en una relación de algo ajeno a ellos en el tiempo, la distancia, el ayer y el hoy. Los problemas son distintos porque la realidad lo es. No es el fin de la Historia, sino simplemente se piensa distinto.

EN TODO ESTO INFLUYE LA innegable desideologización, presente en las generaciones juveniles posteriores a la Segunda Guerra Mundial. También tiene su parte la sociedad de consumo, y de la trivialización del contenido de los mensajes y de la información a causa directa de las redes sociales. No necesariamente es una crítica ni un reproche, pero —estoy seguro— es imprescindible tomar en cuenta esos factores para explicarse situaciones como la visita presidencial estadounidense a Cuba, sin obtener cambios en las condiciones de la vida práctica de la sociedad cubana. A causa de ser el interés la causa primordial de las decisiones de política exterior, es momento de considerar seriamente a Cuba como un país del cual se puede obtener provecho.

YA SE COMENZÓ ESTA relación hace años y la presencia cubana en Guatemala existe en campos como la medicina y el deporte. Cuba, después de la era castrista (Raúl tiene 85 años y Fidel, 89) se puede convertir en un socio formal. En lo político, los cambios en Guatemala se deberán más al agotamiento de los criterios sociales y económicos, y mucho menos a una posible influencia de la isla caribeña. Más los veo derivados de imposiciones provenientes de Washington, como ya está ocurriendo, pero eso es otro cantar. En lo personal lamento enormemente la pérdida de vidas guatemaltecas entre 1989 y 1996, cuando se firmaron los acuerdos de paz. Ya el comunismo había terminado como amenaza. Ahora se queda como realidad en Cuba.

ESCRITO POR:

Mario Antonio Sandoval

Periodista desde 1966. Presidente de Guatevisión. Catedrático de Ética y de Redacción Periodística en las universidades Landívar, San Carlos de Guatemala y Francisco Marroquín. Exdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua.