SI ME PERMITE

La adversidad es para desafiar, no paralizar

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“Los golpes de la adversidad son muy amargos, pero nunca son estériles”. Joseph Ernest Renan
En nuestra sociedad tenemos muchos que por una adversidad se han paralizado y no pueden ver en el horizonte del tiempo alternativas para avanzar. Debemos entender que la adversidad, antes de inmovilizarnos, debe cultivar la creatividad. En otras palabras, darnos nuevos horizontes para alcanzar aquello que nunca habíamos imaginado.
 

En nuestra sociedad tenemos muchos que por una adversidad se han paralizado y no pueden ver en el horizonte del tiempo alternativas para avanzar. Debemos entender que la adversidad, antes de inmovilizarnos, debe cultivar la creatividad. En otras palabras, darnos nuevos horizontes para alcanzar aquello que nunca habíamos imaginado.

Debemos entender que los imprevistos, y en particular los momentos adversos, permiten de una manera única el descubrirnos a nosotros mismos y estos no deben paralizarnos. Muchos de los que nos rodean se han involucrado en proyectos que nunca habían visualizado porque en un momento dado la adversidad tocó sus puertas, pero no fue para anularlos, sino para innovarlos.

Hay que tratar de entender que la adversidad es como una plataforma que antes de hundirnos nos permite elevarnos y comenzar a considerar diferentes alternativas para no estar en lo mismo, sino en algo diferente, para poder retomar el hilo de la vida y alcanzar metas no previstas anteriormente.

El elemento indispensable para nosotros es cultivar una flexibilidad en nuestro modo de ser y de pensar, para introducir cambios que nos enseñaran modalidades para expandir la capacidad que tenemos y ubicarnos en lugares donde anteriormente no los habíamos considerado. Cuántos de los migrantes que han tenido que salir de donde estaban, dejando todo atrás, cuando lo hicieron con una actitud positiva aceptaron desafíos que los han llevado a destinos nunca antes conocidos.

Muchas veces se pueden generar cambios con planificación y cálculo para alcanzar metas que hemos trazado, pero no siempre eso es posible y momentos adversos nos imponen cambios, por lo que debemos tener una mentalidad abierta a las alternativas que la vida nos ofrece y escoger la más apropiada, y no necesariamente la primera que se nos presente.

Esta realidad es fácilmente aplicable a los estudios, trabajo e incluso en las relaciones que estamos cultivando. La vida es como un mar que al embarcarnos para alejarnos de donde nos encontramos nos puede llevar a destinos no imaginables, pero estos tienen que ser realistas, aunque nos cueste, para cambiar la realidad presente a una mejor.

Lo más triste es cuando no nos estamos arriesgando a cambios por miedo o por inseguridad. La realidad está en un constante cambio, lo aceptemos o no, pero debemos enfrentarlo para que no nos quedemos en un pasado que ya no existe. Debemos levantar la vista de nuestro entendimiento y mirar el horizonte y empezar a escoger qué camino habremos de tomar. No permitamos que otros estén escogiendo por nosotros, porque nos puede ir peor.

Que la adversidad de hoy sea el puente que nos permita cruzar a una nueva realidad, que será mucho mejor de la presente, y alcanzar metas que puedan estimular a otros en su andar diario.

La historia registra infinidad de casos de aquellos que supieron revertir la adversidad en las oportunidades más ventajosas para lograr lo que ellos querían, lo hicieron sin darse por vencidos y sin esperar que otros tuvieran que tomar la iniciativa. ¿Por qué no ser nosotros los que escribamos un nuevo capítulo de la historia en el día de hoy? En ningún momento seamos de aquellos que viven paralizados, sino la pequeña minoría que no se da por vencida.

samuel.berberian@gmail.com

ESCRITO POR:

Samuel Berberián

Doctor en Religiones de la Newport University, California. Fundador del Instituto Federico Crowe. Presidente de Fundación Doulos. Fue decano de la Facultad de Teología de las universidades Mariano Gálvez y Panamericana.