El pasado 28 de octubre se cumplieron 48 años de la emisión de la Ley Protectora de la ciudad de La Antigua Guatemala, decreto 60-69 del Congreso de la República, ocasión propicia para recordar mediante una línea de tiempo el contexto mundial y condiciones que incidieron en el reconocimiento de la obra creada por el hombre como fuente de identidad cultural.

Durante la 1ª Conferencia Internacional de Arquitectos y Técnicos de Monumentos Históricos, celebrada en 1931, surgió La Carta de Atenas para la Restauración de Monumentos Históricos, que incluyó siete resoluciones que por primera vez definieron los principios fundamentales para proteger el patrimonio cultural. La II Guerra Mundial impidió implantar sus postulados. En ese mismo año, las Escuelas de Investigaciones Americanas del Instituto Arqueológico de América designaron al arquitecto Verle Lincoln Annis para estudiar La Antigua Guatemala. Vino en 1934, tomó unas 1,500 fotografías e hizo los primeros dibujos. En 1938 dedicó ocho meses para hacer levantamientos arquitectónicos, así como investigación de archivo, trabajo que debió suspender por la Guerra, que duró del 1Sept1939 al 2Sept1945.

El 24Oct1945, con el apoyo de 51 países, fue creada la Organización de Naciones Unidas y dentro de esta, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, que entró en vigencia el 4Nov1946 al ser ratificada por 20 países. En 1958 inauguró su sede en París.

Durante la Guerra, el embajador de EE. UU. en Guatemala, Boaz Long ,quien conocía el trabajo de Annis, le solicitó opinión para conservar los edificios históricos. Preparó un informe, sugiriendo declarar la ciudad patrimonio nacional. El embajador entregó el informe al presidente Ubico, quien lo envió a la Asamblea Nacional. El 30 de marzo de 1944 emitió el decreto No.2272, declarando a La Antigua Guatemala, Monumento Nacional.

Tres meses después, el 1° de julio, ante la presión popular y de sus amigos más cercanos, Ubico renunció de la presidencia. El 20 de octubre se dio la Revolución que puso fin a la dictadura de los 13 años que el general Ponce Vaides quiso prolongar. La Revolución aportó un alto contenido humanístico, social y pedagógico. Se redactó una nueva Constitución Política y se crearon instituciones de servicio público, desarrollo económico y cultural, como el Instituto de Antropología e Historia, que tuvo a su cargo la conservación del patrimonio cultural de la Nación.

La Universidad de San Carlos nombró a Annis Catedrático Invitado durante 1945-46 y concluyó su investigación gráfica. En 1968 publicó su obra con el apoyo del historiador Luis Luján, el arquitecto Roberto Aycinena, los rectores Arias de Blois y Vásquez Martínez, y la edición de Guillermo Putzeys.

En 1964, del II Congreso Internacional de Arquitectos y Técnicos de Monumentos Históricos, celebrado en Venecia, emanó la denominada Carta Internacional para la Conservación y Restauración de Monumentos y Sitios, que de inmediato fue adoptada por Unesco.

Mientras eso sucedía en el mundo, un grupo de profesionales y académicos guatemaltecos se afanaba por dar seguimiento a la protección de La Antigua Guatemala. Contaron con el apoyo del Instituto Nacional de Fomento Municipal, en donde los arquitectos Federico Fahsen y Alfonso Yurrita prepararon el Plan Regulador 1967, que sirvió de base para formular la Ley Protectora, emitida el 28 de octubre de 1969, que creó el Consejo Nacional para la Protección de La Antigua Guatemala. Este entró en vigencia en 1972, para beneficio y subsistencia de La Antigua Guatemala, hasta el día de hoy.

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