EDITORIAL
Las elecciones, tema complicado
Terminamos estos comentarios sobre los resultados de la encuesta contratada por Prensa Libre a la empresa de análisis ProDatos, con la opinión de los ciudadanos respecto de la fecha de las elecciones y de la aprobación de los cambios a la Ley Electoral y de Partidos Políticos. En el primero de estos temas, la fecha de los comicios, la percepción de la población es tajante, mientras que en lo relacionado con las propuestas a la mencionada normativa, hay algunos aspectos que podrían causar alguna sorpresa.
Los ciudadanos consideran que las elecciones no deberían retrasarse, según un porcentaje de 79, lo que significa casi tres de cada cuatro personas encuestadas. La diferencia entre el 80% del área rural y el 74% de la capital, comparada con el más bajo del grupo socioeconómico bajo, de un 70 por ciento, es tan escasa que se debe leer este respaldo al sostenimiento de la fecha establecida como algo que a los encuestados les dé mayor certeza.
La manera más adecuada de interpretar esto es que los ciudadanos confían más en los procesos establecidos que en cualquier modificación que los llene de dudas o que les pueda deparar sorpresas ante un panorama que lógicamente se puede volver más incierto. Algo parecido debe verse en el respaldo del 56 por ciento expresado para que el presidente concluya su mandato, que también a la mayoría le genera incertidumbre. Un razonamiento que resulta comprensible ante los riesgos que presenta la volatilidad del actual proceso electoral, cargado de novedades.
Las respuestas no necesitan mucha explicación ni son ninguna novedad. Al 71% de los encuestados le agrada que se prohíba la reelección de diputados por más de un período; el 66% rechaza que los parlamentarios puedan cambiar de partido, y el 50% de los votos nulos o en blanco debe contar con la elección, y causar la anulación de esta cuando ese tipo de sufragios superen a la mitad de los depositados por los ciudadanos empadronados.
La encuesta publicada y comentada durante los últimos cuatro días contiene una serie de datos cuya importancia aumentará con el paso del tiempo, cuando se pueda comparar lo ocurrido en la realidad con lo predicho en las mediciones. A juicio nuestro, se pueden tomar decisiones en base a los números obtenidos en todo el país por representantes balanceados de los más importantes sectores sociales.
Se encuentran circulando encuestas que, como ha ocurrido en otras ocasiones, no cumplen con las características de una medición rigurosa. Son atrasadas, mal preparadas, mal intencionadas en sus preguntas, y sobre todo tienen relación directa con entidades relacionadas con los partidos, por tanto interesados en divulgar un mensaje político, aunque no estén basadas en mediciones confiables por su profesionalidad.
En los 24 días faltantes para la primera vuelta, aún pueden surgir situaciones inesperadas que cambien parcial o totalmente el panorama preelectoral. Queda claro, eso sí, que los números obtenidos por la encuesta reflejan fielmente el criterio que los guatemaltecos expresaron entre el 27 de julio y el 2 de agosto recién pasados.