ESCENARIO DE VIDA
Las promesas no cuentan
Estamos a días de que se celebre la Cumbre Mundial de Cambio Climático-Cop 23 en Bonn, Alemania, del 6 al 17 de noviembre de 2017, y hay falta de certeza de qué va a pasar después de que el Gobierno de Estados Unidos se retirara del Pacto de París. La falta de acción sobre el cambio climático no solo arriesga poner la prosperidad fuera del alcance de millones de personas en el mundo, especialmente aquellos países en vías de desarrollo como el nuestro, sino que amenaza además con retrasar décadas de desarrollo sostenible y pone en peligro el destino de la humanidad.
Con los últimos estragos ocasionados por las tormentas que azotaron Estados Unidos, algunas islas y en especial Puerto Rico, está más que claro que el cambio climático ya no es una simple amenaza de la que estábamos hablando anteriormente, sino que se ha convertido en una realidad. Lo intrigante es cómo aún a pesar de eso se ha bloqueado de todos los textos y documentos de las instituciones norteamericanas lo que llamamos “cambio climático”, sustituyéndose por “eventos extremos”. ¿Acaso Cambio Climático es un término ofensivo? La ciencia es inequívoca, y aunque muchos no quieran aceptar que los humanos somos la causa del calentamiento global, los mares recalentados no pueden mentirnos.
A pesar de las mejores intenciones de la comunidad mundial para mantener el calentamiento global por debajo de un aumento de 2°C por encima del clima preindustrial, muchos de los científicos coinciden en que las actuales promesas y compromisos emitidas sobre la disminución de las emisiones en las Convenciones Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático no ayudarán a llegar a la meta. Desafortunadamente, si algo mucho más drástico no es aplicado de inmediato tendremos un resultado nefasto de un calentamiento de 3.5 a 4°C, y lo más probable es que tengamos que irnos a vivir a otro planeta.
No debemos esperar a que las grandes potencias entren en razón, sino también promover alianzas público-privadas con soluciones innovadoras de financiamiento para abordar el cambio climático. Sin ir tan lejos, ya existen alianzas entre 50 de las compañías de energía más grandes del mundo. Estas se están enhebrando con instituciones financieras internacionales y bancos de financiamiento para el desarrollo y buscan trabajar para entregar mayores inversiones en energía limpia, transporte, agricultura y otras inversiones verdes. Veo que si se logran catalizar las inversiones a la escala y el ritmo necesarios para abordar el cambio climático, quizás estemos a tiempo.
Si sentimos la necesidad de hacer algo por nuestro planeta, y somos exportadores, agricultores, industriales o simplemente comerciantes, la aplicación de la huella de carbono es básica y puede ser una medida que controle el problema de las emisiones de GEI desde el lado del consumidor así? como del productor. Sin embargo, es interesante notar que la mayoría de las medidas propuestas actúan desde el lado del productor, donde el consumidor o usuario asumen un rol más bien pasivo. Ahora, el consumidor se está convirtiendo en un fiscalizador y demandante de bienes y servicios donde puedan encontrar los productos producidos con bajas emisiones de GEI.
Quiero comentarles que el viernes 20 de octubre, a las 9 pm, estaré en el programa de Camilo Egaña por CNN en español. Hablaré de cómo fungiendo como periodista ambiental y como productora de televisión he ido abordando temas importantes por décadas. Sintonícenos hoy a las 8 am por Guatevisión en Los secretos mejor guardados de Corea del Sur y mi visita al DMZ en la frontera con Corea del Norte, y el domingo, 2.30 pm, la segunda parte.
vidanicol@gmail.com