IDEAS

Lecciones de Lam

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El “affaire Lam” sucedió en el momento justo para sentar las bases de la relación entre la población y la nueva administración. El nuevo mandatario debe tener claro que los guatemaltecos finalmente están entendiendo su rol de mandantes y están dispuestos a ejercerlo sin miramientos ni tapujos. Los mandantes, por otro lado, debemos comprender la importancia de involucrarnos en las decisiones que nos afectan a todos.

Morales y su equipo no se deben engañar: que el 67% de los votantes en la segunda vuelta haya votado por él no es, desde ninguna perspectiva, un cheque en blanco para que puedan hacer lo que se les dé la gana.

Deben entender muy bien que Morales fue elegido como consecuencia del rechazo de la población hacia el sistema corrupto que ha contaminado nuestro país por tanto tiempo. Básicamente porque se le vio como una opción distinta, que quizá todavía no había sido contaminado por el sistema.

Precisamente por eso, la población va a estar muy vigilante de todos sus movimientos y decisiones. Este año se rompieron muchos paradigmas alrededor de las elecciones y la administración pública; uno de ellos, por lo visto, será el de la famosa “luna de miel” o “el beneficio de la duda” del que se valían los políticos para tomar decisiones durante los primeros meses de su administración, bajo la expectativa de que los ciudadanos le iban a perdonar cualquier mala decisión durante ese período. Ese paradigma también se destruyó en esta ocasión, como lo demuestra este caso.

Morales y su equipo deben sopesar muy bien las decisiones que tomen y las razones por las cuales las toman. De nada serviría, por ejemplo, que despidan a Lam aduciendo que lo hacen porque se estaba convirtiendo en una piedra en el zapato y les representaba “desgaste”.

Si lo hicieran así, el mensaje que enviarían es que quienes objetaron dicho nombramiento lo hicieron por la pura gana de fregar al presidente electo. No me extrañaría que algún porcentaje de quienes lo objetaron lo haya hecho por eso —incluso quienes hicieron la denuncia inicial—, pero serían la minoría.

Considero que la mayoría de personas que objetamos ese nombramiento lo hicimos bajo la premisa de que una persona que es capaz de realizar plagios no llena los requisitos éticos necesarios para participar en un gobierno —especialmente en los puestos más altos— del que esperamos sea distinto a los anteriores, basado en su premisa de campaña: “Ni corrupto ni ladrón”. Si Jimmy Morales va a ser consecuente con sus ofrecimientos, esa debería ser la razón por la cual despide a Lam, y no porque le ocasione desgaste.

A los ciudadanos nos debe quedar claro que la lucha contra la corrupción no se acabó con tener a Baldetti y Pérez en la cárcel.

Debemos continuar vigilantes y presionando a nuestros mandatarios para que no se salgan del huacal. Por ello, yo apoyo el que este sábado nos reunamos en la Plaza Central para hacerle saber a nuestros mandatarios que nosotros somos los que mandamos y estaremos vigilantes todo el tiempo. ¿Y usted?

#NosotrosMandamos7N

ESCRITO POR:

Jorge Jacobs

Empresario. Conductor de programas de opinión en Libertópolis. Analista del servicio Analyze. Fue director ejecutivo del Centro de Estudios Económico-Sociales (CEES).