La renuncia de Roxana Baldetti y su inmediato posterior arraigo para evitar su salida del país envían un mensaje esperanzador a la ciudadanía guatemalteca, que, sobre todo en sus clases medias urbana, se manifestó abierta y claramente en contra de la ahora ex vicepresidenta. Parece haberse iniciado la posibilidad de que se combata el cáncer de la corrupción, el clientelismo, la burla a la Ley y la cooptación de los organismos del Estado.

Corresponde ahora a quienes tienen a su cargo las instancias legales, actuar con apego a la Ley y sobre todo con una plena conciencia histórica de lo que implica hacer que se respete el estado de Derecho. Las manifestaciones en contra del fantoche en que se ha convertido el sistema democrático iniciado en 1985 tienen como característica que en buena parte fueron integradas por la generación joven, aquella que está entre los 18 y los 40 años.

Son ciudadanos que han vivido en tiempos de gobiernos electos popularmente, pero que no les expresan su apoyo. Lejos de ello: son rechazados por la larga serie de abusos de todo tipo, pero sobre todo de enriquecimientos grotescos a causa de las tantas formas de corrupción, pero sobre todo de sus nocivos efectos. La población comenzó a darse cuenta, y por ello rechaza la relación existente entre estos negocios sucios con la mortalidad infantil, la falta de escuelas y de fertilizantes para los campesinos y muchas otras carencias que podrían resolverse si los corruptos no se apropiaran de esos recursos.

Las estocadas, unas evidentes y otras escondidas contra la hoy ex vicemandataria, desde hace algunas semanas provinieron de Estados Unidos. Pero lo que encendió la indignación interna fue su participación en el negocio de la pócima mágica para el Lago de Amatitlán, haber facilitado la huida de su secretario privado y su explicación falsa respecto a la fecha de su llegada al país. Todo eso, más el olvido de la guía de respuestas a los reporteros, selló su suerte.

Esa misma generación de ciudadanos acaba de descubrir el poder de la unidad. Las redes sociales son el instrumento instantáneo para convocar a manifestaciones. Es un hecho que estos ciudadanos no dejarán de expresar sus sentimientos en contra de un Estado atado de manos a causa de la inmoralidad de quienes gobiernan. La renuncia provocó que en el Congreso se realizara un circo, a causa de la manera como había quedado la comisión pesquisidora. Era evidente que los tres lideristas se iban a olvidar de la virtual alianza con el PP y que no quedaba otro remedio: irse.

El sistema jurídico tiene ahora la posibilidad de realizar las acciones de castigo a los jueces venales. Se debe hacer un llamado a no abusar de los amparos y tener muy cerca el calificativo de malicioso, que merece toda acción encaminada a atrasar los procesos y los veredictos. Ya no hay marcha atrás.

El hecho fortuito de que este sea un año electoral obliga a que las acciones legales tomen el menor tiempo posible. El mensaje a los políticos también debe ser claro: ninguno de ellos puede apoderarse de este avance nacional, creado y logrado dentro del país por ciudadanos que por fin se decidieron a ejercer sus derechos y a exigirlos.