CATALEJO
Maremágnum de las posibilidades
LAS ELECCIONES ESTÁN a apenas 18 días de distancia, y en este momento son demasiadas las dudas acerca de cómo serán realizadas, quiénes participarán como candidatos, cuántos votantes se acercarán a las urnas, cómo actuarán las instancias legales y cuáles serán las consecuencias de haberle quitado al Tribunal Supremo Electoral su calidad de máxima autoridad en cuanto a los comicios, pues sus decisiones se pueden apelar ante la Corte Suprema de Justicia y posteriormente ante la Corte de Constitucionalidad, convertida en la súper máxima instancia de todo el sistema judicial guatemalteco. Hay varias decisiones de las cuales depende todo el proceso, tanto de la primera vuelta como de la tradicional segunda y definitiva elección.
EL PRIMER CASO es el del vicepresidenciable de Líder, Édgar Barquín. Se encuentra al inicio derivado de las recientes acusaciones del Ministerio Público y la Cicig. Su caso debe llegar al Congreso, este nombrar una comisión pesquisidora cuyo informe será recibido por el pleno y hasta entonces enfrentar un tribunal, siempre y cuando el parlamento decida levantarle su antejuicio derivado de ser candidato. Todo eso tomará más de los 19 días faltantes para la elección. Si participa, obtiene uno de los dos lugares para la segunda vuelta, pero en el ínterin entre las dos elecciones es inhabilitado, se provocaría el inesperado caso de una elección con solo uno de los binomios con posibilidad legal. Ciertamente, es una posibilidad lejana, pero existe.
EL TSE DEBE RESPONDER cuál es el procedimiento en este caso, pero también en otro parecido: el veredicto contrario llega cuando las papeletas ya están impresas y no hay tiempo para reimprimirlas y clasificarlas. Entonces las preguntas son; ¿puede haber elecciones? Si las hay y se usan esas papeletas, ¿cómo quedarían aquellos votos favorables a un binomio ilegal? ¿Se vuelven nulos? Con la idea de pensar en posibilidades causantes de más complicaciones, ¿qué pasaría si por cualquier razón los dos binomios de la segunda vuelta son declarados ilegales? ¿Ascenderían los candidatos ocupantes del tercero y cuarto lugares en la primera vuelta? ¿Se llamaría a nuevas elecciones? ¿Quién gobernaría entre el 14 de enero y el inicio del nuevo gobierno?
ME HE PREGUNTADO desde hace algunas semanas cómo registrará la Historia, pero sobre todo cómo calificarán las nuevas generaciones todo este proceso electoral y político desarrollado en un país donde el aparato político —en sus manifestaciones de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial— se encuentra minado y es en realidad un cascarón, a causa de los constantes y ascendientes abusos de la clase política desde 1985. Las encuestas señalan una decepción generalizada, temor y desesperanza en el futuro, solo cambiables si se logra expulsar del manejo del país a los abusadores, corruptos e irresponsables históricamente. Eso significa dar un giro de 180 grados, gracias a la naciente valentía demostrada en las manifestaciones recientes.
CONFORME HA PASADO el tiempo, los analistas nacionales han destacado varios temas de poco o ningún análisis en otras elecciones. Me refiero al despertar de las capas medias urbanas, a lo cual se ha agregado la llamada creciente importancia de los sectores rurales, cuyo peso en esta votación será grande, sobre todo si los equivocados llamados a votar nulo o no participar, tienen éxito en el voto urbano, aunque en todos los sectores hay una mezcla de incertidumbre, decepción y desencanto porque sean realizadas elecciones carentes de legitimidad, no solo por una participación marcadamente minoritaria sino porque sean solo para cumplir con las fechas señaladas en la Constitución y otras leyes, todas desobedecidas por un abrumador porcentaje de los políticos.