PLUMA INVITADA
Mixco dio una buena lección
El próximo enero tomará posesión de la silla edil de Mixco Ernesto Bran, quien contra todo pronóstico derrotó en las urnas a los que más ruido y gasto hicieron y que seguramente no salen del estupor. La aparatosa campaña de anaranjados y rojos opacó en mucho al ahora ganador.
Bran buscó la Alcaldía con la UNE durante tres años, y se separó —¿o lo separaron?— de ese partido tras la llegada de Mario Leal como vicepresidenciable, según dijo, porque habría movimientos. Un mes después fue proclamado por el Movimiento Reformador. Ya en los comicios anteriores se había proclamado con el PAN.
Este cambio abrupto le hubiera restado votos, pero esta vez los mixqueños demostraron que no se vota por un partido, sino por la persona que se ha comprometido a trabajar por el municipio.
Los pocos meses apoyado por el MR no lo atan a los favores que le habría debido al partido verde, que no lo retuvo. A quien se debe es a los vecinos, que lo hicieron alcalde para darles a los demás la lección de que ya no convencen ni con regalos ni con ruidosas promesas.
Neto Bran es un hombre joven que podría granjearse un exitoso futuro político a partir de su gestión como alcalde, y qué mejor estrategia que trabajar por resolver los problemas que aquejan al municipio, en lugar de buscar eternizarse en el cargo y ocupar los cuatro años de gobierno edil haciendo campaña, como es la tendencia actual.
Hacer un repaso de las gestiones anteriores para no repetir los errores y rescatar lo bueno sería un buen inicio. Además, le sugiero que mantenga la misma actitud de escuchar a los vecinos que mostró durante la campaña.
Revise los proyectos que prometieron sus contendientes, hay varios interesantes que, de ejecutarlos, dejarían muy bien posicionada su imagen. Considere la posibilidad de buscar asesoría entre vecinos sobre cuáles son las necesidades prioritarias, aunque usted como mixqueño de pura cepa las conoce.
Cuando concluya una obra o proyecto, deles a los vecinos la satisfacción de acabar con esa mala práctica de pintarlos con el color del partido o imprimirles el nombre del alcalde, como si el dinero hubiera salido de sus bolsillos y no de las arcas municipales.
Escuelas e institutos, así como la construcción de un hospital, deben estar entre sus planes, además de fomentar la cultura y el deporte. En este último aspecto, es una vergüenza que la tierra de campeones carezca de espacios donde se puedan impulsar los deportes, tan necesarios sobre todo para la juventud, que tiene en ellos la mejor forma de alejarse de las drogas y la delincuencia.
Que el haberse convertido en alcalde no le impida caminar por las calles, como lo hizo en campaña, para conocer de cerca los problemas que debe solucionar, y no se encierre en su oficina o solo se dedique a la alegre vida social que impone ese cargo.
bcetino@yahoo.com