URBANISMO Y SOCIEDAD
Nos tapamos con la “chamarra” de la corrupción
La “chamarra” de la corrupción sigue cubriendo “la realidad de nuestro país”. Por lo visto “no salimos del agujero”, tal como lo expresó una estimable señora, al referirse a la situación que vivimos, con todo y grandes manifestaciones, al extremo que el Gobierno prevé gastar Q77 mil 309 millones, igual que el anterior. Los congresistas establecieron reducciones a los ministerios de Comunicaciones, Infraestructura, Vivienda, Desarrollo Social, Agricultura y Defensa. Cuando estos son los principales pilares del desarrollo.
La Iglesia señala que la dictadura de la corrupción es capaz de poner en peligro la existencia misma de la sostenibilidad, responsabilidad y equidad social y territorial, porque paralelamente ha crecido la desconfianza y el descontento de la población.
No fue honrada la técnica de la formación de una Planificación Territorial al Estado, que hubiera ayudado a dominar las diferentes estrategias y pautas de actuación para el desarrollo local y regional y el aprovechamiento de los recursos territoriales disponibles desde una perspectiva ética, responsable y sostenible. Con este programa se hubieran desarrollado las competencias clave para dedicarse a interpretar correctamente las estructuras y las dinámicas sociales y territoriales, haciendo un uso efectivo de los instrumentos de análisis, planificación y gestión territorial. Así estaríamos preparados para diseñar planes y acciones destinados a redactar informes y dictámenes sobre planes territoriales, sectoriales, estratégicos, urbanísticos, de gestión, de usos del suelo, de desarrollo local y regional y del aprovechamiento de los recursos territoriales disponibles
Pero aquí, entre otras, aparece la magnitud de la corrupción desarrollada por la Empresa Brasileña Odebrecht, en que la fiscalía guatemalteca reveló el miércoles detalles de la investigación sobre el pago de sobornos por 17.9 millones de dólares que hizo a diputados, a funcionarios, políticos y particulares en Guatemala a cambio de recibir contratos para construcción de obra pública, junto con sus conspiradores con cientos de millones de dólares para el beneficio de funcionarios nacionales, donde ya existe una orden de aprehensión del Ministerio Público que enviaría a prisión a los colabores legales como Manuel Baldizón y Sinibaldi. Ante todo esto Thelma Aldana expresó por su parte: “No veo al presidente de la República como un aliado contra la corrupción”.
En tanto, el acalde Álvaro Arzú Irigoyen respaldó al presidente Jimmy Morales (otro que bien baila). Cuando su Gobierno que se caracterizó precisamente por el desarrollo de una obra urbana inadecuada en 17 años, junto a la privatización de empresas del Estado de Guatemala, tal es el caso de la Empresa Eléctrica de Guatemala, Correos y la telefónica Guatel. Estas privatizaciones fueron sindicadas como poco transparentes, acusándosele de ventas infravaloradas y cuestionando negocios potencialmente espurios entre la presidencia de la República e interesados mediante Delitos Contra la Actividad Judicial, señalado por el Ministerio Público (MP) y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig).
Y ahora apoya a su hijo, Álvaro Arzú Escobar, como presidente del Congreso, junto a diez parlamentarios que promovieron “el pacto de corruptos” y de la impunidad, con la anuencia de Jimmy Morales y del mafioso arreglo con la Empresa Brasileña Odebrecht con los diputados, donde funcionarios de Odebrecht reconocieron que sobornaron con US$17.9 millones a funcionarios y políticos de Guatemala.
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