Orden y disciplina
En la mayoría de carreteras principales hacia el interior del país, cuando ocurre algún incidente vial, se forman grandes colas de vehículos y, en muchos de los casos, brilla por su ausencia la Policía de Tránsito. Casi de inmediato aparecen pilotos intrépidos circulando en contra de la vía, ignorando la fila de la par, para colarse hasta los primeros lugares. Esto provoca taponamiento en ambas vías, lo que crea un caos que necesita de muchas horas para volver a la normalidad.
Las manifestaciones en demandas hacia el Gobierno provocan congestionamientos, tanto en la Ciudad de Guatemala como en puntos claves de rutas departamentales, sin importarles el daño que puedan provocar. Muchos participantes desconocen lo que están haciendo, pero acuden por la convocatoria de sus líderes, que a cambio les ofrecen comida y transporte. Este jueves recién pasado ocurrieron las primeras del año por los sectores de salud y educación.
Los negocios informales afloran en las banquetas en las ciudades importantes del país, sin ninguna higiene y provocando problemas en la locomoción de las personas y de los vehículos. Las extorsiones, los robos y las estafas son el pan de cada día para muchos negocios y personas, la mayoría coordinadas desde las cárceles. Impresiona saber el grado de coordinación que manejan. No escapan tienderos, ruteros, vendedores informales, pilotos de buses, propietarios de casas y hasta peatones que circulan en ciertas áreas.
Del total de habitantes del país, son minoría quienes provocan este desorden, pero se hacen notar, porque el daño es grave para la economía, la moral y la supervivencia familiar.
Aunque la buena actitud de las personas es importante y coadyuva a salir de crisis como la presente —lo cual comentaremos posteriormente—, debemos tener claro que hace falta imponer orden y disciplina de parte de nuestras autoridades, con reglas claras y respeto, pero de forma contundente, para no dejar dudas de cómo se debe actuar.
Señor presidente: deje de andar en campaña permanente e imponga orden como lo ofreció al inicio de su gobierno. Usted indicó que lo podía hacer. ¿Qué pasó? Por lo menos explíquenos ¿qué ha sucedido, que no ha podido? Quizás, así el próximo presidente reflexiona y acciona desde el principio.
samreygo@yahoo.com