PALABRAS DE PAPELEscenarios del FRG

EDUARDO P. VILLATORO

|

Como es usual en él, se presentó de súbito, sin previo aviso ni invitación. Vestía traje oscuro, camisa y corbata gris. Zapatos negros. Sobriamente elegante.

Sin preámbulo alguno, Romualdo me ordenó: Sentémonos donde nadie nos moleste, quiero pasarte informaciones confidenciales, que giraron en torno a posibles escenarios del FRG durante los próximos meses y emanadas de fuentes del todo confiables, según su aserto. Esto fue lo que discurrió en voz baja:

El partido oficial seguirá insistiendo en lanzar la candidatura del general Ríos Montt, aunque no tiene la certeza de que la Corte de Constitucionalidad y del Tribunal Supremo Electoral eliminen las trabas legales para su inscripción, cuenta con la clara simpatía de varios magistrados de ambos entes, la vaga neutralidad de algunos y el decidido rechazo de los demás.

En el caso de que se superen los obstáculos constitucionales, sin embargo, el FRG teme que la candidatura de su líder no alcance el apoyo suficiente del electorado que supone afín, como sería un disminuido sector evangélico, contra la animadversión de los ciudadanos apartidistas de la capital y demás centros urbanos, a causa de los constantes señalamientos de generalizada corrupción.

Frente a esa severa dificultad, al FRG le quedaría una opción con dos vertientes: a) distanciarse paulatinamente del presidente Portillo, con el retiro del Ejecutivo de dirigentes eferregistas; y b) romper abiertamente con el gobernante, para intentar sacudirse de cualquier dosis de responsabilidad y compromiso en los altos índices de corrupción gubernamental.

De ser así, se destacarían los nombres de ex y de funcionarios acusados o señalados de actos de corrupción, con el fin de esclarecer que, con excepción del exministro y actual diputado Byron Barrientos, y más de algún dirigente medio del partido, los mayúsculos corruptos no son afiliados al FRG, sino amigos cercanos del presidente Portillo. Ergo, el secretario privado.

Se presenta aún otro escenario. Si Ríos Montt es inscrito como candidato y logra la victoria electoral, se teme que los capitalinos no acepten un resultado de esa naturaleza, lo que provocaría un levantamiento popular metropolitano que podría romper la institucionalidad, y el generalísimo no alcanzaría el poder por la vía electoral en segunda ocasión.

Ante esta posibilidad, o que no se permita la inscripción del veterano dirigente, el FRG pensaría en un candidato que no despierte suspicacias.

Descartado Lizardo Sosa, por su amistad con Portillo y falta de obsecuencia al partido, se pensaría en el empresario Ricardo Castillo Sinibaldi, con lo que lograría un acercamiento necesario con el sector empresarial.

Corrientes ortodoxas del partido, empero, resisten esa idea, porque el FRG podría ganar las elecciones, pero no retendría o alcanzaría el poder, de suerte que la carta más segura lleva el rostro del diputado Arístides Crespo, a quien asignan como hombre de partido, con experiencia parlamentaria, conocido por las bases y, sobre todo, fiel a Ríos Montt y de extracción popular, factor importante para presentarlo como contrapartida al que califican de candidato de la oligarquía, el panista Oscar Berger.

Por su parte, el vicepresidente Reyes López estaría sugiriendo a su hijo como sucesor suyo, pero no encuentra receptividad a esa lejana candidatura, cuya postulación quedaría para más tarde.

Según esta tesis, ya sea Ríos Montt o Arístides Crespo el candidato, de todas formas ese colectivo político apostaría por sumarse a las denuncias contra la corrupción, lo que supondría, dentro de los primeros meses del año entrante, el rompimiento con Portillo, quien, sea quien fuere el triunfador en las próximas elecciones, incluso el abanderado del FRG, correría la misma suerte (al igual que sus allegados) del expresidente nicaragüense Alemán y sus compinches, del mismo partido en el poder en el vecino país, aunque con ello el eferregismo sacrifique alguna de sus figuras, en aras de salvar históricamente el prestigio de su caudillo, a quien siguen considerando su reserva moral.

En resumen, eso fue lo que me confió Romualdo. A veces sus informaciones merecen credibilidad y otras no.

ESCRITO POR: