REGISTRO AKÁSICO

Papel del ejército

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“Dignificar la carrera militar, prohibiendo la utilización del personal del Ejército en actividades clientelares alejadas de su función constitucional; ejecutar una política de transparencia, rendición de cuentas y depuración de las fuerzas armadas. Se impedirá el involucramiento del Ejército en acciones ilegales. Se impulsará, además, la adquisición de tecnología y el incremento de la capacidad operativa en consonancia con las necesidades nacionales”. Así está escrito en el programa de URNG y Winaq, que declara la necesidad de apoyo al Ejército de Guatemala bajo el Estado de derecho.

¿Qué sucedió con los anatemas en contra de los que afirmaban esa posición? Ciertos líderes se convirtieron en pacifistas al extremo, olvidaban la rebeldía del pasado, donde un grupo de militares y estudiantes rebeldes, con apoyo popular, iniciaron la lucha armada para una revolución por la dignidad del país.

Se olvidaban los acuerdos de paz sobre el papel del ejército en una sociedad democrática. Se calumnió a dirigentes que públicamente manifestaron esa posición, que ahora se suscribe en el programa electoral.

Hubo mano peluda para situar a maestros de la inquina, que instilaban un falso pacifismo. Esparcían la insidia, la condena perpetua, la incomprensión sin base. Todo para promover que la ciudadanía renuncie a ejercer control y auditoría sobre todas sus instituciones. Se pretende dejar al Ejército, enajenado al bloque de poder dominante.

Esta reflexión no está dirigida contra los que hacen eso. ¡Que sigan en su impostura! Sino a quienes les creían. A los ilusos que no iban a comer una hamburguesa o pensaban que debían abstenerse de beber los refrescos de cola para boicotear al imperialismo. A los oenegeros que en sus avivamientos, capacitaciones, puestas en común, generaban una actitud antimilitarista irreflexiva.

Se desconoce que una institución existe como conjunto de conductas coordinadas. O, en palabras más simples, no se condena en conjunto, sino se debe examinar la actitud de las personas.

En este caso, el Ejército de Guatemala, como cualquier otra institución, se integra con personas sin adscripción ideológica especial, interesadas solo en su carrera; las hay seguidoras del corporativismo, con vínculos con la oligarquía del país; también existen los miembros partidarios de una patria fuerte en el servicio de la ciudadanía, bajo cumplimiento de la ley que los obliga a la no beligerancia política; y los comprometidos con el delito, que si se les deja venden la patria. Estos últimos deben ser depurados ante actuaciones ilegales.

La izquierda en el país lucha por una revolución democrática que habrá de constituir un nuevo bloque histórico. Allí habrán de confluir los ciudadanos de buena voluntad que conseguirán la hegemonía, gracias a un Estado fuerte y democrático. Se trata de fundar una república social, para felicidad de todos.

http://registroakasico.wordpress.com

ESCRITO POR:

Antonio Mosquera Aguilar

Doctor en Dinámica Humana por la Universidad Mariano Gálvez. Asesor jurídico de los refugiados guatemaltecos en México durante el enfrentamiento armado. Profesor de Universidad Regional y Universidad Galileo.