La patria del criollo

JUAN CALLEJAS VARGAS

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En su apreciación, el historiador estadounidense Ralph Lee Woodward, Jr. (1987) Afirma: “El extenso ensayo del historiador guatemalteco Severo Martínez Peláez, La Patria del Criollo, ha sido especialmente influyente, si bien un trabajo controversial, basado en la investigación de fuentes coloniales, sorprendentemente limitada, su interpretación de la mentalidad de la élite guatemalteca ha servido de estímulo para varias reinterpretaciones de la historia social y política del siglo XIX y aún para comprender a la élite moderna centroamericana… han proveído análisis intelectualmente provocativos de la estructura social colonial, lo cual permite a los historiadores comprender mejor, la mentalidad de las clases gobernantes después de la independencia. Estos trabajos nos recuerdan las raíces profundas del conservadurismo y del poderoso legado de la tradición feudal en la Centroamérica moderna”.

Es frustrante como ciudadano darse cuenta de que la prensa rosa y los acólitos de los criollos contemporáneos de diferentes ámbitos que viven y disfrutan hoy de la buena vida y las mieles del poder —la de los criollos—, sin percatarse de la de “los otros”, siguen con la indigna forma de vivir con la cabeza enterrada como el avestruz o como otra figura que recoge nuestra idiosincrasia, la de los tres monos sabios, sin ver, sin oír y sí, callar; buscando convivir en un grupo humano que aspira a ser sociedad.

Los acontecimientos de las últimas semanas, llenos de intriga, incompetencias y burdas acciones desde el poder, no pueden menos que reflejar los estertores —en sentido figurado— de quienes, al frente de la potencial realidad de perder el poder político de los criollos para los criollos, hacen todo lo posible para conspirar y seguir así manteniendo el status quo de un sistema que por demás grita su agotamiento en todos los estadios de nuestra sociedad.

La tarea de llevar esta nave llamada Guatemala a buen puerto ha estado, está y debería seguir estando en manos del sector político, y para no perdernos, de los partidos políticos que, sabiendo interpretar la realidad de las transformaciones del mundo y la realidad histórica de todos los guatemaltecos, puedan guiar al país vía grandes consensos y acuerdos que terminen con los caprichos y las imposiciones que desde el más alto nivel de incompetencia se han pretendido llevar a cabo en un país que pide democracia y más democracia, porque ya pasó y vivió una pobre historia de militarismo, dictadura, represión, intriga y conspiración

Apuntaba en uno de mis artículos anteriores que el fracaso del Gobierno es el fracaso de todos, puesto que al final la mayoría eligió a este gobierno y evidentemente se equivocó. Procuremos enmendar la plana para la próxima elección y busquemos con el aprendizaje obtenido no seguir equivocándonos, puesto que ya el país ha pagado, sigue pagando y aún sin rumbo seguirá pagando un alto precio y vidas por el circo que se monta con el permanente abuso del poder político y una ciudadanía inerte.

callejas_juan@hotmail.com

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